Comienza la operación biquini y ya estamos buscando, sobre todo las chicas, una dieta que en dos meses, nos ayude a estar en plena forma para lucir un cuerpo bonito este verano. La solución más eficaz, no apta para todas, es una ruptura sentimental: yo perdí 12 kilos así el pasado verano. La única pega: no era sano, y como en todas las formas raras de adelgazar, en cuanto te recuperas, acabas engordando.
Otra dieta, que también probé hace ya unos cuantos años, es la de solo comer frutas y cereales. Me alimentaba sobre todo de tazones de fitness con leche y sandía, y cada noche, antes de acostarme, me hacía en el suelo de la habitación cien abdominales. Daba igual la hora que fuese y las condiciones en las que llegase a casa. Perdí 10 kilos, pero en cuanto llegó octubre, el frío, las tardes en casa picando de aquí y de allá, sucedió eso que llamamos ‘efecto rebote’ y todo lo que había perdido, volví a cogerlo.
Este año me ha dado por buscar una dieta sana en Internet y acompañarla de grandes dosis de ejercicio continuo. Hace poco, me recomendaron comer apio, que tiene la propiedad de quemar grasas, pero cuando me dijeron que su sabor no era bueno ,lo descarté. También tuve una época, que tras leer que el zumo de limón ayudaba a disolver la grasa acumulada en nuestro cuerpo, me bebía cada noche un vaso, agrio, sin echarle agua, como mucho una cucharada de azúcar. Pero a la semana lo dejé, porque además de eliminar grasas, tiene la propiedad de estreñir.
También me han recomendado comer pimientos, espárragos (que dicen que también son muy buenos para las resacas), repollo… pero no lo veo yo claro, no son alimentos que tengan un sabor que me entusiasme, más bien todo lo contrario. Sin embargo, me he decantado por probar una práctica un tanto extraña que me mencionó el otro día una amiga: oler manzanas verdes y bananas. Según me he estado informando, al oler la piel de las manzanas y las bananas, nos sentimos llenos y comemos menos. Me parece interesante: estos dos meses, mucho deporte y mucho visitar supermercados. Saciemos nuestro apetito oliendo manzanas verdes y bananas. Este último, ya no solo va a ser el único fruto del amor, sino también el de las personas delgadas.