Cuando estos días he estado buscando en portales de Internet anuncios de ofertas de trabajo, me he dado cuenta de que a veces, perder el tiempo haciendo cursos, prácticas o estudiando no merece la pena, que es mejor apuntarse a un gimnasio y tener una buena apariencia.
La mayoría de las ofertas de trabajo que he encontrado en las que no se exige experiencia, vienen del ambiente nocturno. Normalmente buscan chicas amables, simpáticas, con don de gentes, que no hace falta que tengan experiencia, pero eso sí, que tenga unas buenas tetas para mostrar detrás de la barra. Incluso, en algunos anuncios, te previenen diciendo que si te atreves a ponerte tops ajustados, tendrás ventaja. Lo mejor de todo es cuando te aclaran entre paréntesis que no se trata de un trabajo de prostitución. Se queda una mucho más tranquila sabiendo que como mucho estarán los cuatro típicos babosos intentando meterte dinero en el tanga.
En varias ocasiones me han dicho que engorde mi curriculum, que me invente bares en donde haya podido trabajar, y que si me preguntan en alguna entrevista de trabajo, diga que ya cerraron hace tiempo, que no existen. Pero yo, cada día que entro en un portal de Internet, tengo más claro que en vez de engordar mi curriculum, lo que tengo que engordar es la talla de mi pecho.