¿Qué tienda elegir? Pregunta que constantemente me rondaba por la cabeza. Había que acertar de lleno en esta elección, ya que mi supervivencia dependería de ello en este remoto lago siberiano.
Abajo os dejo un vídeo de cómo desmontaba la tienda en el lago con viento fuerte
En el campamento hubo tres tipos diferentes de tiendas de expedición, cada una fue elegida según la necesidad.
En la foto de izquierda a derecha: tienda túnel para travesía polar para dos personas, tienda ligera de altura y montaña de dos plazas, tienda de travesía y montaña para tres plazas y la última, tienda túnel para travesía polar de tres plazas.
Aunque ya había probado muchos tipos de tiendas de campaña, me surgieron dudas de qué tienda sería la más adecuada a la ahora de enfrentarse a una larga travesía, a un nuevo terreno, a un clima diferente y en solitario. Este último factor, condicionaba mucho la elección de la tienda de campaña ¡por supuesto!
Una parte importante de mi entrenamiento consistió en hacer pruebas a bajas temperaturas, para ello, utilicé la misma ropa que usaría durante el viaje. En la foto de arriba, estoy cronometrando el montaje de una tienda de campaña con guantes de polartec.
Estas pruebas, me sirvieron para tener una visión más aproximada a la realidad que me encontraría en aquel lago helado. Al terminar el análisis de mi tienda de montaña de ‘cuatro estaciones’ (diseñada para poder utilizarse a las cuatro épocas año), observé que había tardado mucho tiempo en montarla, pero había un detalle quizás que a priori no era tan importante, y era a la hora de recogerla en su funda. Traté de recogerla sin plegarla, vamos, a las bravas… tuve que emplearme bien, pero no quedaba bien en su bolsa ¿entonces…cómo lo haría con manoplas gruesas?
Todo esto suponía demasiado tiempo inmóvil, soportando el frío y trabajando con ropa gruesa. En ese momento me formulé la pregunta definitiva…¿Cómo sería con vientos huracanados bajo una terrible sensación térmica? La respuesta estaba clara, había que seguir investigado otros modelos más óptimos.
Después de hablar con Nacho, experto guía de montaña y expediciones, y también compañero en esta aventura, me ilustró acerca de un tipo de tienda que nunca había utilizado. Son las usadas normalmente en expediciones polares, llamadas tiendas túnel.
Tienda túnel, la elegida
Fue un gran descubrimiento, a cada característica que me citaba de esta tienda, más se ajustaba a mis necesidades. En mi cabeza me imaginaba inimaginables condiciones que podía encontrar allá en el lago.
Estos fueron lo requisitos que debía cumplir:
-Rapidez de montaje, desmontaje y recogida bajo cualquier condición, principalmente con viento muy fuerte.
-De fácil manipulación con manoplas.
-Diseño sencillo, y fácil reparación.
-Robustez.
Centrowagen, otro de mis patrocinadores, me entrega esta costosa tienda de expedición recién llegada de los países nórdicos.
Una vez sacada de la caja, había que probarla. Se notaban unos detalles de máxima calidad, la tela es dura, al igual que los vientos que parecen de kevlar. Otro detalle que me llamó la atención era, que con tan solo tres robustas varillas hacía toda la estructura, solamente quedaba fijarla desde un extremo, y por último, tirar del otro extremo, y una vez fijadas las tres únicas piquetas del toldo, quedaba montada.
Esta tienda viene pensada para soportar huracanes y grandes ventiscas de nieve, por ello instala vientos por todos lados. Su forma aerodinámica no deja indiferente tampoco, tan solo hay que orientarla bien en caso fuerte viento.
¡Y como no! la monté varias veces con las manoplas más gruesas, el resultado fue el esperado.
Quedaba un detallito…
¿Cómo clavar las piquetas en el hielo? Simple… ¡no se puede!
La única manera es roscar tornillos al hielo, para ello hay dos soluciones una cara y otra barata. Los tornillos de escalada en hielo que se utilizan para asegurar, son ideales, se roscan al hielo con mucha rapidez y facilidad, pero son caros.
La otra manera más económica es fabricarse unos, la manera de roscar es laboriosa y lleva más de tiempo, pero al final es igual de segura para sujetar los vientos de la tienda. Lo bueno, es que son más ligeros y ocupan menos espacio que los otros de escalada.
Mi dotación de anclajes: Seis tornillos de escalda en hielo y ocho tornillos para maderas duras modificados.
He decir que estos últimos tornillos apenas los usé, solamente fijaba la tienda con tres tornillos huecos de escalada en hielo por cada extremo. Solo había que saber por donde soplaba el viento para orientar bien el refugio.
No todo son bondades en esta tienda
Cuando montas la tienda por primera vez, llama la atención su longitud, esto se debe a que tiene un gran hall o ábside para guardar todo el equipo, incluso para cocinar cómodamente sin utilizar el espacio interior de la tienda, a fin de vitar derrames sobre ropa o en los sacos de dormir.
El diseño de un solo arco, hace que sea algo más baja, lo que incomoda a la hora de poder cambiarse de ropa por ejemplo. Otra cosa, al viajar con equipo de invierno, una tienda diseñada para ‘dos personas’ quedará justa de espacio para los dos.
Al desmontar la tienda, la aseguraba con el viento que estaba expuesto por donde venía la brisa. La sencillez del diseño facilitaba su recogida ya que no era necesario desmontar el doble techo para sacar las varillas.
–El pulka –Botas y patines -Tienda de campaña -Sacos de dormir -Aislantes -Infiernillo cocina –Equipo electrónico y fuente de alimentación –Comida
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