Muelle al fondo, lado izquierdo lonja de pescado y de caza de la ciudad de Nanortalik. Sur de Groenlandia, foto enviada por Jens Jacob ‘JJ’
Mediados de noviembre de 2016, lleva nevando desde hace unas semanas y lo termómetros ya acostumbran a estar bajo cero, a pesar de la cercanía con la costa. Se nota que la oscuridad ha ganado al Sol, solo hay 8 horas de luz al día.
La foto está hecha desde el antiguo hotel de los años 70’ llamado TUPILAK, ahora en decadencia y rebajado a un albergue.
Fue adquirido por nuestra empresa, Tasermiut South Greenland Expeditions, el año pasado y estará listo en la próxima primavera, para hospedar a nuevos viajeros.
Ningún groenlandés que sepa su historia pasada, le pondría ese nombre a nada, pero a efectos turísticos se puede conceder esta licencia… TUPILAK!
Los temidos vengadores.
Procedentes de la chamanteria o brujería esquimal más arraigada del pasado. Fueron monstruos o tótem con formas grotescas. Hechos con partes de hueso, tendones, pelo e incluso con restos de niños fallecidos.
Encargado a un chaman en secreto, luego este, en un lugar apartado lo creaba.
Comenzando en las horas nocturnas, el brujo hacia cánticos con el rostro tapado por la capucha de su anorak, mientras le daba forma a la bestia.
Su finalidad, combatir o vengarse de un adversario.
Una vez terminado el engendro, le daba vida, utilizando los efluvios sexuales de aquel que lo encargaba. Y era lanzado en busca del enemigo, a través de los arroyos, hasta desembocar en el mar. Sus efectos eran diversos, desde grandes ventiscas de nieve, vientos, grandes olas, oscuridad, cualquier cosa para matar o neutralizar al contendiente.
Pero había un gran peligro para el que lo encomendaba, si su enemigo era más poderoso él, este volvería en su contra y lo mataría.
La única manera de salvarse del ataque de tu propio tupilak, era confesarlo en público o romperlo antes de que este adquiriera más poder pasando los días.
En la actualidad es unos de los más conocidos souvenirs de Groenlandia. Fabricados por artesanos locales, utilizando diversos materiales como; madera, piedra de esteatita que es muy maleable, dientes de ballena, colmillos de morsa o oso polar, hueso y asta de caribú.
Las autoridades solo permiten la venta turística de tupilaks hechos con asta de caribú, quedando prohibida la venta de cualquier objeto de marfil de colmillos de morsa o dientes de ballena.
Aquí algunos ejemplos de artesanía groenlandesa
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