En 24 horas estaré embarcando en Barajas… con mis dos maletas, mi nueva réflex, mucha ilusión y bastantes nervios, imagino. Porque si a estas alturas casi no siento nervios, creo que es porque se trata de la calma que precede a la tormenta. Bueno, unos pocos sí que tengo.
Las maletas llevan ya unos días cerradas, y la mochila que llevo como equipaje de mano la he terminado esta tarde. Llevo un paquete de latas de atún, una botella de aceite de oliva virgen y dos sobres de jamón, además de mi pan y mis galletas especiales suficientes para una semana… También tengo que hacerme algo para comer y cenar mañana, ya que pasaré el día en el coche y el aeropuerto: por la mañana cogeré la carretera con parada en Trujillo para despedirme de mi chico y luego destino Barajas… El vuelo es por la noche. El primero, hasta Sao Paulo, dura 11 horas. Llego al aeropuerto de Guarulhos a las 10 españolas (a las 5 de la madrugada, hora local), porque cruzo seis husos horarios. Allí tengo que esperar 8 horas y cambiar de terminal, para coger el avión que me lleva hasta Asunción. Llego al mediodía paraguayo, y allí estará esperándome uno de mis contactos, Alberto, para llevarme al primer hotel en el que me quedo para descansar durante un día e intentar pasar un poco el jet-lag, la Quinta Ykua Satí; está por ver si luego me cambio a otro que está mucho más cerca de la facultad, el Hotel Liz. El lunes después de comer iré a la Universidad Nacional de Asunción (UNA), a la Facultad con Alberto a ver las defensas de las tesis de maestría, una de las cuales es de una amiga que he conocido por email, ya que uno de sus cotutores era mi director de TFM y otro Salvador Peris, quien ha diseñado y dirige esta beca, ambos de la Universidad de Salamanca.
El martes por la mañana empezaré un curso sobre anfibios del Paraguay, y el viernes iremos a hacer las prácticas a Ypacaraí, donde dormiremos en tiendas de campaña. Mi amiga Andrea me ha dicho que me buscará un saco de dormir, y espero tener sitio en la tienda de alguien, porque desde aquí no puedo llevar tantas cosas. de todas maneras, ahora es invierano allí, porque cuando llegue hará mucho frío y en menos de una semana hará mucho calor…
Ypacaraí es la playa a la que van los paraguayos:
¡Dios mío, qué nervios tengoooooo! Deseadme suerte…