Desde hoy, jueves 30 de agosto, hasta el domingo 2 de septiembre, la compañía extremeña, radicada en la localidad pacense de Los Santos de Maimona, participa con esta obra en la tercera edición de Complicidades en red. Se trata de un ciclo de teatro contemporáneo impulsado por varias salas españolas de gestión privada, entre las que se encuentran la propia Sala Guirigai, la Sala Tantarantana de Barcelona, Teatro de la Estación de Zaragoza y La Fundición de Sevilla. En noviembre será la compañía barcelonesa la que acuda a Extremadura para completar esta interesante experiencia de intercambio cultural.
El río de las palabras, que los espectadores barceloneses podrán ver esta noche, a partir de las 21 horas, se estrenó por primera vez hace 6 años y es obra de la autora madrileña Inés de la Cuadra, nacida en 1964, que vive a caballo entre España e Italia, trabajando como guionista para televisión y documentales. En el ámbito teatral siempre ha escrito y estrenado con la actriz Magda García-Arenal, de Teatro Guirigai. El montaje que se presenta en Barcelona hasta el próximo domingo, dirigido por Agustín Iglesias, e interpretado también por Rebeka Guerrero, trata sobre la relación entre una adolescente y su madre. Una madre –según explica Agustín, el director de la obra- en pleno proceso de creación, escritora de éxito, vitalista, enérgica, divertida; y una adolescente inteligente, imaginativa, que se mueve entre la fascinación y el rechazo a su Madre.
Pero la obra también trata de la creación artística, un proceso apasionante, no exento de riesgos y fragilidades, en el que está envuelta la madre y que, a través de los personajes de su novela, introducirá a su hija y ambas no tendrán más remedio que conocerse y aceptarse en un viaje imaginado durante el siglo XVI a través del río Amazonas.
Esta tensión, -añade Agustín- la plasmamos en nuestro espacio escénico, que es una página en blanco. Una escenografía absolutamente blanca donde los personajes se asoman con la timidez de las primeras palabras, rasgando el papel. El movimiento escénico es una grafía de emociones, que avanzan nerviosas, salpicando el escenario con las primeras manchas de color. Por el poder de las palabras, la habitación se transforma en un mundo desconocido, donde el suelo pierde su seguridad, convirtiéndose en un inquietante territorio, que pondrá a prueba el grado de aceptación y rechazo que entre ambas provoca la aventura.
La obra cuenta con música barroca de los siglos XVI y XVII, cantos de los indios Kaiapó de Brasil, piezas de San Ignacio, ópera de las Misiones Jesuitas del Amazonas; y La bomba, de Mateo Flecha, que remarca las tensiones y diversiones de los personajes.
COMPLICIDADES EN RED
Impulsado por varias salas españolas de gestión privada, Complicidades en Red nace como una alternativa a los recortes generalizados en el ámbito de la cultura, en especial en los teatros públicos, y a la escasa programación por parte de las administraciones públicas. De este modo, por tercer año consecutivo, se ofrece una oportunidad de movilidad para que diferentes montajes teatrales puedan presentarse en distintas comunidades autónomas.
Según los responsables de la Sala Guirigai, es una oportunidad de que los espectadores disfruten de teatro contemporáneo de gran calidad, en espacios escénicos que desarrollan políticas de gestión de públicos. Teatros dirigidos por compañías profesionales, que marcan una dirección artística con carácter y ofrecen, en óptimas condiciones, espectáculos contemporáneos a un público exigente.
Estas compañías y salas –añaden- son beneficiarias de las inversiones que el Ministerio de Cultura y las consejerías correspondientes a cada comunidad realizan, tanto para las giras teatrales, como para las salas de gestión privada. Inversiones que repercuten tanto en el espectador como en la generación de riqueza cultural.