La primera vez que la vi fue hace unos años en casa de unos amigos menorquines. Era la silueta recortada del dibujo de una anciana con 7 piernas. Pregunté qué era aquella figura y me explicaron que era la Patarrona.
El caso es que no había vuelto a reparar en ese curioso personaje hasta que hace pocos días, paseando por Mataró, la capital de la comarca barcelonesa de El Maresme, me encontré con su imagen en la fachada del antiguo Mercat del Peix. Allí estaba la figura, con sus siete piernas, un pescado en una de las manos y unos bacalaos salados en el mandil.
Al regresar a Badajoz, hablando con amigos del mundo de la educación, me comentaron que desde hace unos años, en las fechas previas al Carnaval, también se ha convertido en tradición en muchos colegios de primaria. Sin embargo aquí la Patarrona sólo tiene 5 piernas.
Llevado por la curiosidad de la coincidencia en la tipología del personaje, pero al mismo tiempo por la diferencia en el número de piernas, he indagado y he obtenido estos datos que a continuación paso a reseñar.
La Patarrona de 5 piernas es la que se conoce en Extremadura y en otras zonas como Castilla-La Mancha y Castilla y León. Se suele colocar el lunes previo al Carnaval y en cada una de sus 5 piernas lleva indicada cómo tienen que ir los niños vestidos al día siguiente. Este es un ejemplo: lunes, pintarse la cara; martes, una prenda al cuello; miércoles, peluca o sombrero para adornar la cabeza; jueves, antifaz o careta; viernes, disfraz completo y… a desfilar.
Además, por lo que he podido comprobar, en la mayoría de los casos se interpreta una canción que dice lo siguiente:
Buenos días, Patarrona,
su grandiosa majestad,
visitamos todos juntos
a la reina del Carnaval.
Un mensaje te pedimos
y lo vamos a escuchar,
pues si no lo realizamos,
un granito nos saldrá.
La Patarrona de 7 piernas, mayoritariamente conocida como La Vieja Cuaresma, parece tener su origen en Europa Central, como representación gráfica del período de ayuno de la Cuaresma y las piernas servían a modo de calendario para contar el tiempo que transcurre entre el miércoles de ceniza y la Semana Santa. De hecho la tradición manda cortarle una pierna cada viernes. Cataluña y Baleares son las zonas en las que esta costumbre está más extendida, con la denominación genérica de La Vella Quaresma, aunque en algunos sitios tienen nombres particulares, como es el caso de s’Àvia Corema en Maó, o Serra la Vella, en la localidad gerundense de Ullastret.
Desde el punto de vista iconográfico, número de piernas al margen, ambas patarronas son muy similares: representan a una anciana vestida de forma popular, con delantal, refajos y pañuelo a la cabeza en algunos casos. En el caso de La Vella Quaresma, coincidiendo con el período de ayuno de la Cuaresma, suele representarse con un bacalao en una mano y una cesta de verduras o una parrilla en la otra. La Vella Quaresma también tenía una función coercitiva de cara a los más pequeños, para que no comiesen carne durante estas fechas, de ahí el dicho si menges carn, vindrà la Vella Quaresma i se t’emportarà (si comes carne, vendrá la Vieja Cuaresma y se te llevará).
Como en el caso de la patarrona carnavalera, la patarrona cuaresmal también tiene una canción asociada:
Vella Quaresma, Vella Quaresma
Ai! Que no pot caminar.
Té moltes cames i s’entrebanca;
entre tots l’hem d’ajudar.
És que n’hi hem de treure una,
Una, una, una, una …
És que n’hi hem de treure una,
perquè pugui caminar.
Vieja Cuaresma, Vieja Cuaresma.
¡Ay!, que no puede caminar.
Tiene muchas piernas y se tropieza;
entre todos la tenemos que ayudar.
Le tenemos que quitar una,
Una, una, una, una…
Le tenemos que quitar una,
para que pueda caminar.