Josep Morató es un empresario de Sant Feliu de Guíxols (Girona), que desde 2009 desarrolla su actividad en el sector de las butacas de descanso para las habitaciones de hospital, con la empresa Decam. Ahora, junto a empresarios extremeños, acaba de crear una nueva sociedad, Abatibles de Extremadura, S.A. (ABEXSA), con la que quieren producir en Mérida nuevos modelos de butacas abatibles, tanto eléctricas como manuales, no sólo para el reposo de visitantes, sino también para mejorar la atención a personas de escasa movilidad, tanto en el ámbito hospitalario, como en los propios hogares.
Los prototipos de las nuevas butacas podrán verse los próximos días, del 14 al 17 de febrero de 2013, en Badajoz, en el recinto de IFEBA, con motivo de la celebración de la XVI edición de la Feria de los Mayores de Extremadura.
El gerundense Josep Morató, uno de los impulsores del proyecto, lleva desde los 18 años vinculado a diversos proyectos empresariales, alguno de los cuales a punto estuvo, hace casi 40 años, de traerlo ya a Extremadura.
Según nos explica, entre 1971 y 1981 trabajó en una pequeña empresa familiar de tapones de corcho y le faltó poco para instalarse en Extremadura, ya que un empresario catalán le ofreció venir como gerente de una empresa que se dedicaba a la preparación del corcho. Tras ese paso por el sector suberícola, Josep Morató se ha dedicado a sectores como el inmobiliario, las inversiones en hostelería y turismo en países como Bulgaria y Brasil, la participación en empresas industriales, la creación de suelo urbanizable o la fabricación de mobiliario para centros hospitalarios.
Precisamente le preguntamos por ese último sector, que es el vinculado a la nueva sociedad que ha puesto en marcha en Extremadura.
¿Qué le lleva a introducirse en este sector de actividad?, ¿desde hace cuánto tiempo? El proyecto de Decam comenzó en el año 2009. Mi actividad inmobiliaria me hizo entrar en contacto con las necesidades de las personas discapacitadas, tanto en proyectos de viviendas tuteladas, como en la reconversión de hoteles para hacer residencias asistenciales. Eso, unido a otras circunstancias, me llevó a reflexionar sobre una necesidad que detecté: mejorar el descanso de aquellos familiares que acompañan al paciente en la habitación de un hospital. De ahí surgió el proyecto de mejorar las butacas abatibles existentes en los centros hospitalarios. La fórmula consiste en depositarlas gratis, de tal modo que el paciente no pague nunca y el acompañante sólo lo hace si las utiliza al completo, es decir, si la convierte en cama. En ese caso la tarifa es de 5€ por día. Es una inversión que te hace sentir bien, pues estás solventando una necesidad de mucha gente, y te la planteas para rentabilizarla sin prisas, a medio plazo.
Este sistema de depositar las butacas (vending), actualmente solo está disponible en Catalunya, a pesar de que otras comunidades también nos han pedido la posibilidad de la instalación gratuita. Como empresa, creo que debemos crecer en función de la inversión que podamos destinar… no podemos morir de éxito.
¿Cómo llega la decisión de dar el salto e iniciar actividad en Extremadura, constituyendo ABEXSA? El salto e inicio de actividad en Extremadura llega después de muchas reuniones con el empresario Jorge Gruart. Hace más de un año vino a visitarnos por primera vez a nuestras oficinas de Decam, en Sant Feliu de Guíxols. Después tuvimos nuevas reuniones en Madrid y Sevilla. Nos convenció para venir a Extremadura y constituir una sociedad, para realizar diferentes proyectos en fase de desarrollo.
Para ultimar algunos detalles técnicos del nuevo prototipo va a contar con el apoyo de CETIEX. ¿En qué va a consistir? En su proyecto, ABEXSA quiere ir de la mano de CETIEX. Su asesoramiento debe ser fundamental en los ámbitos de investigación, innovación, fabricación y marketing. Desde luego no tengo más que palabras de agradecimiento para la acogida que han brindado a nuestro proyecto. Ya hemos tenido una primera reunión con los responsables y técnicos de CETIEX, y van a ser claves en el futuro de ABEXSA. Espero que estemos a la altura que nos requieran y podamos trabajar juntos en estos proyectos ya iniciados, uno de cuyos resultados tiene que ser, sin duda, la generación de puestos de trabajo.
¿Conocía Extremadura antes de esta aproximación empresarial?, ¿le ha sorprendido especialmente algo de lo que ha visto en su reciente visita? Sí, estuve hará unos 10 años. Me gustó muchísimo. Recorrimos toda la comunidad. Fue un disfrute. La gente es muy simpática y te hacen sentir muy bien.
De mi reciente viaje con motivo de las primeras presentaciones que hemos hecho del nuevo prototipo de butaca eléctrica, me ha sorprendido Badajoz, una ciudad para vivir. La he encontrado muy cambiada, mejor ordenada y actualmente con mucho atractivo.
Entrando en un terreno más personal, usted es un empresario que en un momento dado, realizó un fugaz paso por la política municipal en su pueblo. ¿Qué le ha parecido esa experiencia? En cuanto a lo que me comentas de mi experiencia en la política municipal, la verdad es que sólo he permanecido en ella 14 meses. Alguna vez tenía la obligación de probar. Fue a través de una candidatura independiente de ciudadanos de Sant Feliu y, ciertamente, no me gustó. Estaba convencido de que el gobierno de la ciudad acabaría dejándose ayudar, que podía aportar unos años de mi vida a mejorar mi localidad, solamente en los asuntos en que podía aportar experiencia. Les demostré que pagaban facturas 4 ó 5 veces más de lo que realmente valían las cosas, pero no hubo forma. Si no estás en su equipo, no quieren ninguna ayuda. Como yo seguía teniendo inquietudes profesionales, salí sin hacer ruido. De todas formas, creo que tenía que intentarlo, no me arrepiento…