Lo que podría lograr Extremadura con ventajas fiscales. Extremadura y el dumping fiscal. Alguien piensa que las empresas se van a deslocalizar a Extremadura por sus paisajes?
¿Alguien piensa que alguna empresa se va a trasladar a Extremadura por sus paisajes? ¿Por el cacareo político de la llamada “Economía Circular”?. Las empresas se deslocalizan por el tratamiento fiscal de las mismas. Es el Dumping Fiscal.Lo que podría lograr Extremadura con ventajas fiscales
Ya hemos escrito en estas líneas de Economía Anticrisis del milagro irlandés.
De cómo pasó de cultivar patatas a cultivar “Apple”. Con 4 millones de habitantes y solo un 20% más de superficie que Extremadura, la de Irlanda es la economía número 42 del mundo. Su PIB pasa los 55.000 euros al año, frente a los poco más de 16.000 euros de los extremeños, y eso nos hacen pensar que hay esperanza para los pequeños si hacemos bien las tareas. Irlanda, en 1990, tenía un PIB de 10.000 euros per cápita frente a los 6.000 euros de los extremeños.
¿Deberíamos preguntarnos por qué Irlanda ha crecido cinco veces frente a las solo casi tres veces del crecimiento experimentado por Extremadura?
Nos pueden contar el cuento que se quiera, pero las claves para que las empresas se ubiquen en uno u otro sitio son claves económicas. Claves que dependen de factores logísticos, de acceso al capital humano, a las materias primas y en caso de que no responda a cuestiones de producción por cercanía a las anteriores claves, a razones de tratamiento fiscal tan influyente en la cuenta de resultados de las empresas.
Y esta es la guerra actual que plantean las comunidades autónomas españolas dentro de sus amplias posibilidades de gestión fiscal. Aquí es donde se van a dejar los “pelos en la gatera económica” las CCAA que están dispuestas a arriesgar para convencer a las empresas para que se ubiquen en sus territorios.
El impuesto de patrimonio. Ese impuesto que únicamente afecta a aquellas personas que tienen grandes patrimonios por encima de los 2 millones de euros. Bajar ese impuesto en Extremadura para que grandes fortunas se trasladaran no parece a priori que perjudicara mucho la recaudación actual por ese concepto. No hay tantos ricos en Extremadura como para que la disminución supusiera una gran pérdida. Pero, ¿y si bajara, supondría una mayor recaudación por el efecto llamada a las fortunas?.
El Impuesto de Sucesiones. Es claramente un atraco al bolsillo de los ciudadanos. Los que no pueden pagar los impuestos de sucesiones, ven como lo que compraron y trabajaron sus ascendientes cae en manos de la administración que al final lo subastará para que los que sí tienen dinero, puedan comprarlo y seguir tributando por ellos. Este es el sentido redistributivo del Impuesto de sucesiones, quitarle a los que no pueden pagar, para que lo compren los que sí que pueden hacerlo. Ya hemos hablado sobradamente del Impuesto de Sucesiones en estas líneas. Tremendamente injusto, pero que consigue que las personas que huyen de nuestra región por su causa, nutran las arcas fiscales de otras, no solo con este impuesto si no con todos los demás que responden a la deslocalización hacia CCAA con tipos más asequibles.
Impuestos medioambientales. Que si son más favorables pueden suponer la deslocalización inmediata de las empresas a pocos kilómetros de su ubicación original. Extremadura, con el déficit secular de empresas, tiene una importante balanza favorable de gases efecto invernadero que podría usar para beneficiar a empresas que lo necesitaran.
IBI e impuestos de rodajes. Pueden dar lugar a deslocalizaciones de empresas de alquiler de vehículos o de personas que buscan pagar menos impuestos por su vivienda.
Europa tiene admitida la existencia de “Tax rulings”, acuerdos puntuales entre empresas y Estados que determinan fórmulas especiales para el pago de impuestos. Diferencia territorios a nivel fiscal, pero también ofrece importantes diferencias de una empresa frente a sus competidores ubicados en otros territorios.
Seguro que en Extremadura los responsables de estos asuntos saben mucho más que nosotros de fiscalidad para ser la Región con mayor presión fiscal, y una de las pocas que ha subido el IRPF de las clases medias penalizando su capacidad de consumo. Si les suena eso de las “Tax rulings”, ya es otro cantar…
Madrid, por ejemplo, toma la opción contraria y la consecuencia es ver cómo cambian allí su residencia ciudadanos penalizados por el tratamiento fiscal de sus Regiones o cómo nombran un embajador económico como Daniel Lacalle para captar las empresas inglesas dispuestas a reubicarse donde las traten mejor con el Brexit, y seguro que otras muchas atraídas por las facilidades fiscales de esa Región.
Porque en definitiva, lo que no son cuentas… son cuentos, y es una solución que otros tienen clara mientras que en Extremadura el dumping fiscal es una quimera en la que por el contrario tratan de “armonizar” el tratamiento fiscal de todas las CCAA para que todos paguen más.