Pocas canciones tan bonitas, y con un acompañamiento tan delicioso, se han podido escuchar en la historia de la música como el tema que hoy nos atañe en este viernes de canciones en Don de LOCH LOMOND. Nada menos que Englishman in New York. Un clásico del increíble compositor, gran cantante y mejor bajista Gordon Sumner, más conocido mundialmente por Sting.
Englishman in New York, el tercer corte de su segundo disco Nothing Like the Sun, editado en 1987, siempre ha sido una de mis canciones favoritas. La primera vez que la escuché fue, como tantas otras en casa de mi amigo Ricardo Larios, guitarrista del grupo pacense Darksound, (considerado por muchos medios, el mejor grupo de metal melódico de Europa, nada menos). Su padre, Manuel Larios, gran melómano y blogista del entretenido “Todas las cosas” y sobre todo de la excelente enciclopedia musical “Todas las músicas” donde los amantes del Jazz, de la ópera, flamenco y música contemporánea se maravillarán con las joyas que nos ofrece en su blog (de cuyos enlaces disponen ustedes un poco más arriba, en mi sección “enlaces”) fue quien nos la descubrió pinchándola una y otra vez en su estupenda cadena de música. Él fue quien nos hablaba de la letra y nos mostraba los entresijos de la canción.
Años más tarde, cuando ya tenía edad suficiente para apreciar algunos conceptos musicales, volví a recuperar esta fantástica pieza tras la compra de un recopilatorio de Sting. No sé si será por el cariño de los recuerdos que afloran en mi cabeza tras su escucha, por el increíble y complicado ritmo de la batería, por el delicioso bajo que conduce la canción o por qué no, por el extraordinario saxofón de Branford Marsalis. Lo que sí sé es que este temazo consigue que la magia de la música se apodere de mi corazón y me recuerde que es capaz de hacerme sentir cosas que aún me quedan por probar.
Señoras y señores, deléitense con el único e incomparable Sting, y su no menos maravillosa Englisman in New York.