Cuando era pequeño, siempre me fascinó la idea de que una calle se llamara como yo. ¡Había tantas, y con tan variados nombres! Iba leyendo las placas una por una. No me puedo imaginar la alegría que significaría para el Menda que algún día una calle de mi ciudad rezara con mi nombre y apellido, y permaneciera impasible a lo largo y ancho de los siglos.
Hoy en día hay nombres de calles para todos los gustos, sin ir más lejos, mi amigo y ex profesor Manuel Pecellín Lancharro recibió hace unos días el honor de dar nombre a una calle en Monesterio, su pueblo. En todas las ciudades existen calles dedicadas por ejemplo a los conquistadores, o incluso a plantas y flores. Otras a nombres de países, e incluso de continentes. En Estados Unidos se complican poco la vida, y allí la mayoría de las calles llevan un número y una orientación (ejemplo: 33ª Calle Norte: 33rd Street North). En Pozuelo de Alarcón, sin ir más lejos, han inaugurado hace poco un barrio donde todas las calles llevan nombres de personajes de Cómics, lo cual me encanta. Me agradaría vivir algún día en la calle de Mortadelo, o en la avenida Tintín, o en
Ya estaba tardando Badajoz en honrar a su Club de Fútbol con una calle con su nombre. Por lo visto será una Avenida, la que une
FOTO DIARIO HOY: C. Moreno
Seguro que no faltarán voces en contra por aquello de los pocos méritos deportivos que atesora nuestro Club. Desde las líneas de este blog, humildemente les digo que el Club Deportivo Badajoz no ha sido honrado con una calle por sus logros deportivos, sino por la importancia de ser el Club más antiguo de la región, y uno de los pocos equipos centenarios de España. Además, que mejor representación para la ciudad de Badajoz que un equipo que lleva su propio nombre. El Club Deportivo Badajoz es parte de la historia de la ciudad, de los siglos XX y XXI. Ya llegarán los éxitos en el campo (que también los hemos tenido, ¡que narices!), pero de momento Badajoz lucirá en una de sus avenidas, orgullosa, una placa con el nombre de un Club que a pesar de las dificultades mantiene viva su ilusión y la de tantísimos aficionados.
Los aficionados estamos más que de enhorabuena. Y ahora, Don Guillermo Fernández Vara, sólo falta ¡