“El Ayuntamiento barcelonés, que preside el señor Clos, ha decidido que su urbe se convierta en una isla. Por el norte, sur, este y oeste, la bella Ciudad Condal está rodeada de un mar taurino. No es de sorprender que tal cosa ocurra por la parte que limita con la ‘bárbara y cruel’ España. Pero choca un tanto en lo que concierne a la parte de Navarra y el País Vasco. Claro que en esos lares norteños casi todos sus toreros han sido ‘maketos infitrados’, como ocurre, por ejemplo, con Castor Jaurreguibeitia Ibarra, Cocherito de Bilbao, con apellidos muy ‘ajenos’ a la realidad vasca.
Y lo más sorprendente es que la otrora dulce Francia se haya convertido en una ‘saboteadora de la cultura’ con sus largas ferias de Arles, de Nimes, de Floirac, de Mont de Marsan.
Todo el ‘medidodia’ galo presenciando corridas de toros y con protagonistas como Castella o Loré, y un largo etcétera, que se miran en el espejo del ‘neo converso’ Nimeño II.
¡Que eso es lo que pasa, un grupo de ‘bárbaros’ contagiados por los españoles! Un grupo de ‘neo conversos’ desde hace 180 años… Desde entonces se celebran corridas de toros en las antiguas Galias.
Así que Barcelona, (una ciudad en donde mostraron su quehacer en la Monumental gente tan ‘poco catalana’ como Joaquín Bernardo o Mario Cabré) no es que sea una ciudad antitaurina.
Es una ciudad aislada. Y los aislamientos llevan a la diferencia. Y la diferencia, a la desconfianza (propia y ajena).
Pero todo lo da por bien empleado aquel Ayuntamiento si expulsa del entorno cultura barcelonés a personajes tan ‘españolistas’, ‘grotescos’ y ‘decadentes’ como Picasso, Goya, Hemingway, Orson Welles, Lake Price, Víctor Adam, Edward Orme… por citar solo unos cuantos de ‘desarrapados’ amantes del ‘degenerado espectáculo’. Pues con su pan (con tomate) se lo coman.
Lo que es yo, no pienso catar a partir de ahora ni una butifarra ni un ‘espetec’. Y no por hacer el boicot a los productos catalanes, sino por que entiendo que el Ayuntamiento barcelonés también prohibirá el ‘asesinato’ de tantos miles de cerdos con los que se fabrica, por ejemplo, el salchichón de Vich. Si no se puede actuar en la Monumental como matador de toros bravos tampoco se podrá actuar en el matadero como matador de cerdos mansos. O todos o ninguno. En caso contrario corren el riesgo de una rebelión en la granja.”
Enrique García Calderón. Diario HOY 14 de Abril de 2004
http://blogs.hoy.es/blogfiles/loch-lomond/228739_La_isla_barcelonesa_14042004.pdf
El artículo de hoy lo firma nada menos que el mejor periodista que he conocido jamás. Y entre nosotros, eso es decir mucho. Me refiero naturalmente a Enrique García Calderón, al que me une por así decirlo, una estrecha relación y algunos vínculos muy arraigados. Pasando por encima el defecto insalvable de que somos padre e hijo, sólo tengo palabras de admiración para él, para el periodista y escritor, al que considero que nunca se le ha reconocido suficientemente su gran dedicación al Diario HOY y a la importancia de su persona unida necesariamente al deporte extremeño y al mundo de los Toros, una de sus grandes pasiones que nunca consiguió contagiarme (al contrario que el fútbol) a pesar de sus innumerables intentos. Como padre poco más hay que señalar. Un crack en toda regla.
Recuerdo con cariño cuando me llevó con poco más de 10 años a mi primera corrida. Una de la Feria de Badajoz, en la Nueva Plaza de Toros. El cartel era espectacular, creo recordar que Espartaco y Joselito eran las estrellas de la jornada, y a mi menda, lo que más le divirtió, fue ver como a Espartaco le tiraron en el paseíllo un pavo vivo, que trajo de cabeza a su cuadrilla en su intento por recogerlo. El pavo corría que se las pelaba.
Anécdotas aparte, Me van a permitir que haya tomado prestado para empezar hoy mi post un artículo de mi progenitor, publicado en Diario HOY el 14 de Abril de 2004, cuando empezaban ya a moverse todos los hilos del tema de Barcelona ciudad antitaurina y demás historias, que aunque no nos queramos dar cuenta no son más que problemas con transfondo político importante.
Es curioso constatar como existen ocasiones en que algo escrito hace tantos años puede estar más de actualidad que nunca. Que cierto es aquello de que las palabras se las lleva el viento, mientras lo escrito permanece impasible e inamovible en el tiempo del que todos nos hayamos prisioneros con predisposición inmediata al síndrome de Estocolmo.
Desde estas lineas mi agradecimiento más especial a Estefanía Zarallo, responsable de Toros del Diario HOY, que no ha parado de buscar en el archivo hasta que encontró el artículo de mi padre, del que siempre me cuenta que le hubiera encantado coincidir con él, ya que no deja de esuchar anécdotas sobre su entendimiento y buen arte del mundo de los toros. Estefanía, tiene la difícil tarea, como la de tantos otros jóvenes periodistas de HOY (No me olvido de mi querido Antonio José Armero), de seguir ofreciendo a los extremeños la mejor cobertura posible, como ya hicieron en su día mi padre y algunos de sus compañeros (Fernando Saavedra, Julián Leal, Barquilla, Alfonso Rodríguez, Manolo López… por citar sólo algunos de todos los que se me quedan en el tintero).
Antigua redacción de HOY en la Plaza de Portugal. Foto tomada del Blog de José Rabanel Santander “Badajoz:El Guadiana suena”. En la foto tomada posiblemente por Alberto G. Willemenot se ve entre otros a Don Antonio García Orio-Zabala, abuelo de un servidor. El enlace del blog: http://badajozelguadianasuena.blogspot.com/2008/05/recuerdos-de-badajoz-antigua-redaccin.html
Mi copa de LOCH LOMOND se alza hoy en sincero homenaje a aquellos que estuvieron y ya no están, a los que continúan (Amparo Parra, Joaquín Rodríguez Lara, Cid de Rivera, Evaristo Fernández de la Vega, Antonio Chacón Felipe “El Zurdo”, Pepo Orantos, Alberto González… y tantos otros) y sobre todo a los más jóvenes, en quienes recae ahora la difícil responsabilidad de seguir ofreciéndonos lo mejor a los lectores del Diario HOY.