En referencia a su problema, nos dirigimos a usted para informarle de que, una vez estudiado su caso en profundidad, nos vemos en la obligación de concederle el beneficio de la duda pero no la razón. Determinamos, por tanto, que su problema, nada baladí, por cierto, no es asunto de nuestra incumbencia y le aconsejamos que evite los argumentos bien fundamentados y los análisis pormenorizados de los problemas y carencias que afean nuestra región. Para tales asuntos contamos con suficientes puestos de confianza que sabrán atender las demandas de ciudadanos desocupados como usted del modo más correcto y eficaz. De hecho, seguimos un método infalible que consiste en hacer avioncitos de papel con las sugerencias que usted y otros como usted nos dejan en el buzón. Algunos avioncitos hasta llegan al piso de abajo sin ser pisoteados, conste.