Comentaba el otro día un portugués de Elvas que le había recomendado a su mujer (de origen pacense) que no echara el currículum en El Faro porque creía que no merecía la pena… Contaba este vecino de La Raya que conocía varios casos de amigos a los que les habían hecho un contrato que, aunque sin la seguridad de lo que era antes un puesto indefinido, les suponía unas garantías como para empezar a respirar. A los pocos meses, muchos de ellos han ido a la calle. De manera que si alguno había osado a hacer planes de futuro a cualquier nivel, otra vez tiene que empezar de cero. El argumento de la empresa: estos trabajadores no habían superado el periodo de prueba. Esta explicación, según asegura José María Pérez, secretario general de la Federación de Comercio de UGT, es una simple excusa.
¿Lo peor de todo? Crear ilusiones a gente desesperada con el desempleo para, cuando ya comenzaran a relajarse, darles un nuevo zarpazo para devolverlas a la triste realidad.