Nacido en Barcelona en 1975, hijo de un emigrante badajocense; realizador, guionista y productor audiovisual, músico vocacional y aficionado a los cómics; Víctor Sarabia Miró residía en Premià de Mar (Barcelona), hasta que un buen día descubrió Extremadura y se vino a vivir aquí. Hoy, instalado en Cáceres, lleva adelante el proyecto de recuperación de la memoria audiovisual colectiva de la región, La Mirada de los Extremeños, y forma parte del equipo del programa La vida pasar, de Canal Extremadura Televisión.
Todavía recuerdo el día en el que recibí la primera llamada de Víctor Sarabia, hace algo más de seis años. Alguien le había facilitado mi teléfono y le había dicho que yo también era de Premià de Mar (aunque ambos nacimos en Barcelona), que llevaba muchos años en Extremadura y que le podría hablar de la región. Nos vimos en Mérida, en la terraza de un café, y hablamos de mi experiencia, de sus impresiones, esperanzas e ilusiones. Ahora, ya asentado en Extremadura, y con mucho retraso por nuestros ajetreos profesionales, por fin se pone a tiro para ser protagonista de Catalana con jamón.
¿Cuándo decides venir a Extremadura y por qué? En 2007 vine por primera vez a Extremadura de vacaciones y me encantó esta tierra. Dos años después, a principios de 2009, estaba viviendo aquí, en Mérida. Actualmente resido en Cáceres. Vine para cambiar de aires y en busca de la famosa calidad de vida. Era una locura: venir sin trabajo apalabrado, sin conocer a nadie y sin tener familia aquí, pero aquí estoy. Fue un salto sin red, difícil al principio, pero estoy muy contento de haberlo hecho.
Siempre te has movido en torno a proyectos de producción audiovisual participativa. ¿Por alguna razón especial? No creo que haya otra manera de hacerlo. El audiovisual no es un trabajo solitario, se necesita de varias personas para sacar adelante un producto audiovisual. Siempre es mejor sumar a gente que participe y aporte, que sienta el producto como propio. Eso no significa trabajar gratis. Pocas personas pueden permitirse eso y menos ahora. Significa asumir una parte de los costes de producción, aportando lo que cada uno sabe hacer, repartiendo riesgo sí, pero también beneficios. El crowdfunding, por ejemplo, no sólo ayuda a financiar un proyecto, también sirve para pulsar su interés, cómo lo va a recibir la gente, si tendrá público…
Ambos tenemos en común la historia del dibujante Joaquín Blázquez y la reivindicación de su personaje Melvin, ante el E.T. de Spielberg. ¿Fue una de tus primeras incursiones audiovisuales?, ¿qué representó ese trabajo para tí? No fue de las primeras, pero fue y sigue siendo de las más ambiciosas, por temática, sistema de producción colaborativo… y la intención de trabajarlo en transmedia. Podría decirse que el documental Melvin contra E.T. es como mi tesis audiovisual. Es un proyecto en el que llevo trabajando desde 2006 y aún sigo con él. En 2014 voy a darle un empuje importante, entrando en coproducción con una productora de Barcelona. Tengo ganas de sacar la historia a la luz, de mostrar el trabajo de Joaquín Blázquez y de toda la generación de dibujantes de historietas de las décadas de los 60 y 70, muchos de ellos, tristemente olvidados. Hay mucho de mí en esa historia, en la historia personal de Joaquín Blázquez, y es algo que también exploro en el documental.
LA MIRADA DE LOS EXTREMEÑOS
¿Cómo está funcionando La Mirada de los Extremeños, un proyecto del que ya me hablaste hace 6 años, la primera vez que nos vimos? Estoy muy contento con La Mirada de los Extremeños, recuperar las filmaciones familiares de los extremeños en Super 8 es una tarea maravillosa, y ayudar a difundirlas más todavía. El pasado 18 de septiembre la Filmoteca de Extremadura presentó el proyecto y la acogida fue estupenda, con muy buena repercusión en la prensa y en Facebook (https://www.facebook.com/lamiradaextremadura). Han sido muchas las llamadas de ciudadanos que quieren facilitar sus películas, que se las pasemos gratuitamente a DVD y depositar los originales en las cámaras de conservación de la sede de la Filmoteca en Cáceres.
La Mirada de los Extremeños es uno de los proyectos estrella de la Filmoteca de Extremadura para el 2014. Se han diseñado unos dípticos informativos, con ilustraciones del dibujante cacereño Fermín Solís, que también se ha encargado del logotipo del proyecto, que se repartirán por los pueblos y ciudades de Extremadura, en los que también se realizarán diversas acciones que sirvan para acercar el proyecto a los ciudadanos y recuperar sus películas, que al fin y al cabo son patrimonio de los extremeños.
¿Cuál es la película más antigua que se ha recuperado? Se trata de una filmación de Badajoz y Mérida del año 1934, en 8mm. Además de contener imágenes sorprendentes, el tipo de formato usado en ese año es toda una rareza. Es de las pocas películas que existen en España de estas características.
El proyecto tiene una buena promoción con el programa La vida pasar, de Canal Extremadura TV, en el que también participas. Sí, una de las mejores maneras de difundir las imágenes en movimiento que filmaron los extremeños es, sin duda, un programa de televisión. El programa La vida pasar, que se emite los sábados a las 22.10 horas, se encarga justamente de eso, de mostrar cómo eran los extremeños en las décadas de los 60, 70 y 80, a través de sus filmaciones familiares y de las anécdotas asociadas a ellas, que nos explican sus propios protagonistas. Es una firme apuesta de Canal Extremadura, por la cercanía con los espectadores, explicando la historia de la región de una manera amena, original y entretenida. Dicho programa está basado en una idea propia, que nace con el proyecto de La Mirada de los Extremeños. No existe en televisión un formato de estas características, así que estoy muy contento de que finalmente haya salido a la luz… ¡y que esté gustando tanto y que las cuotas de audiencia sean tan altas!
PUNK ROCK PARA NIÑOS
Víctor, según tengo entendido, has recuperado tu afición por la música. ¿Cómo y con quién? Siempre digo que no soy batería, sino que toco la batería. Después de muchos años sin tocar, he vuelto a hacer ruido. Estoy en un grupo de punk rock para niños, llamado MINI X, en el que, además de disfrutarlo musicalmente, estoy con amigos, Marina, José Luis, Fermín y María. Esta última, además de tocar el bajo en la banda, es una fantástica ilustradora y se ha encargado de la imagen del EP que hemos sacado hace poco, titulado El mundo está loco. También, junto con Laura, Aritz, Julia y Javi (del trío acústico de country rock cacereño Three Little Pigs), estamos tocando algo que hemos definido como música del Oeste, en un grupo cuyo nombre está aun por definir. Una de las opciones que se barajan es Milana Bonita, ¿os gusta?… a ver qué tal sale el invento.
¿Añoras Premià de Mar y Catalunya?, ¿cómo estás viviendo la experiencia extremeña? Al venirme a Extremadura pensé que lo que más añoraría de allí sería la cercanía con el mar, pero ha resultado ser el idioma. El catalán es mi lengua materna y la que usaba allí habitualmente, por lo que no hablarlo regularmente sí que me genera en determinados momentos cierta añoranza. Por trabajo, voy menos a Premià de Mar de lo que me gustaría, pero la tecnología ayuda a acortar la distancia y sigo en contacto con la gente de allí a la que quiero. La experiencia aquí está siendo fabulosa. Estoy rodeado de gente estupenda, que lucha por construir una Extremadura mejor cada día, a través del arte, la cultura, el asociacionismo o la acción política. Yo mismo espero estar aportando también mi granito de arena. Disfruto muchísimo mi trabajo y Cáceres es una ciudad en la que me siento muy a gusto, por lo que, si me lo permitís, me quedaré un tiempo más.
Con el compromiso de un nuevo café a la menor oportunidad que nos surja, finalizamos este encuentro de dos premianenses asentados en Extremadura.