En artículos anteriores “Planeta Tierra y el Agua”, “Europa y el Agua”, “España y el Agua” y “Extremadura y el Agua (I)”, comentábamos la situación actual y previsible de las aportaciones y disponibilidad de agua, a las escalas respectivas. Nos proponemos ahora continuar con el análisis del tema para Extremadura, presentando las posibles, más bien habría que decir las probables, disminuciones en las precipitaciones previstas para el futuro en la Región.
De acuerdo con la publicación sobre los Impactos del Cambio Climático en Extremadura, (Editada por la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente. Junta de Extremadura, 2011) que presenta las condiciones climáticas previstas para la primera mitad del siglo XXI en Extremadura, bajo los escenarios A2 y B2, cuyas características recordaremos en el párrafo siguiente, y tomando como referencia el periodo 1961-1990 y como años para los que se hace la predicción el 2025 y el 2050.
En el escenario A2 se considera que el mundo evolucionará manteniendo nuestro actual comportamiento, con un crecimiento lento y cada vez más desigual entre las distintas regiones del planeta.
En el escenario B2 se considera un mundo más sostenible, tanto a nivel ambiental como económico y social. La protección medio ambiente y la igualdad social están más arraigados, y es un mundo que crece a menor ritmo, pero de forma más sostenible.
Las precipitaciones que prevén los modelos climáticos para el año 2025 y para el 2050 en Extremadura, bajo el escenario de emisiones A2 muestran de forma general una reducción de las precipitaciones. Así la precipitación media estimada para el año 2025 disminuirá de media un 5% respecto al valor de referencia (1961-90), mientras que la reducción será mucho mayor para el 2050, alcanzándose pérdidas de un 25% o más. Los resultados obtenidos bajo el escenario de emisiones B2, presentan un comportamiento muy diferente. Así, el mapa para el año 2025 muestra tonos muy rojizos que delatan una importante aridez en la totalidad del territorio extremeño, mientras que el mapa para 2050 muestra un aspecto mucho más parecido al del periodo de referencia (1961-90).
Se podría así prever que en los próximos años y hasta 2025, las precipitaciones anuales en todos los puntos del territorio podrían sufrir una fuerte disminución, pudiéndose alcanzar pérdidas del orden de hasta el 40%, resultando un patrón de lluvias anuales muy por debajo de los registros actuales. Más allá del 2015, los modelos indican que cesaría la disminución de las precipitaciones anuales, e incluso pasándose a un aumento en muchas zonas de Extremadura, pero manteniéndose siempre por debajo de los valores actuales.
La imagen superior muestra los resultados de las pérdidas de precipitación prevista en Extremadura a lo largo del primer cuarto del siglo XXI, es decir para el 2025, obtenidos de los modelos climáticos en que se basa la antes citada publicación sobre los Impactos del Cambio Climático en Extremadura.
Por su parte, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), señala que los modelos climáticos constituyen la mejor herramienta disponible hoy día para estimar como afectarán los cambios de las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en los cambios en el clima. A medida que mejora el conocimiento de los procesos que tienen lugar en el sistema climático, mejora igualmente la habilidad para predecir los cambios climáticos que probablemente tendrán lugar.
Sin embargo, existen todavía incertidumbres asociadas a la evolución futura de las emisiones de GEI, a la concentración de dichos gases en la atmósfera, a la simulación de los procesos en el seno del sistema climático, a las técnicas de regionalización, etc.
La citada AEMET, en un trabajo sobre Proyecciones Regionalizadas de Cambio Climático, explica que las técnicas de regionalización se agrupan en dos grandes métodos: estadísticos y dinámicos.
Los resultados regionalizados con métodos estadísticos, dan para la precipitación en Extremadura la evolución que se muestra en la imagen anterior, en los escenarios climáticos A2, A1B, B1, E1, cuatro escenarios posibles de emisión: emisiones altas (A2, en rojo), emisiones medias (A1B, en verde), emisiones bajas (B1, en azul) y un escenario de mitigación agresivo (E1, en negro), consistente con el objetivo de evitar que se superen 2ºC de calentamiento global medio respecto a los niveles pre-industriales:
Y los resultados regionalizados con métodos dinámicos, dan para la precipitación en Extremadura la siguiente evolución:
NOTA: Información adicional sobre los distintos escenarios de emisión puede encontrarse en el Informe Especial del IPCC – Escenarios de emisiones. Análogamente, información sobre las técnicas utilizadas en el cálculo y el acceso a los datos está disponible en Escenarios AEMET.
Por nuestra parte, nos interesa remarcar, cómo en los escenarios y resultados presentados, por una parte por la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura y por otra por AEMET (en este caso apreciable sobre todo en los métodos de regionalización dinámica), ambos resultados coinciden en prever una disminución tanto en la magnitud de las precipitaciones como en el número de días en que tienen lugar, hasta el 2025 o 2030, así como un aumento a partir de esos años, aumento que se mantiene hasta el 2050, disminuyendo de nuevo a partir de esas fechas, hasta alcanzar valores mínimos de precipitación, tanto en cantidad como en número de días, para finales del siglo.
No obstante, antes de cerrar el tema del agua en Extremadura, creo que es conveniente añadir algunos datos locales, y sobre todo repasar lo que apuntan algunos actores de esta obra, que han tenido, tienen y tendrán mucho que decir sobre esto, como son la propia Naturaleza y su carta de presentación, con la Hipótesis GAIA; pero será en el próximo capítulo.