No quería dejar pasar mucho tiempo para contaros la carrera de ayer. Posiblemente no sea el momento más adecuado, pero son valores que aprendes y debo transmitiros
El 18 de enero (ayer) se celebró en Malpartida de Cáceres la IV Media maratón “Los Barruecos”. El año pasado asistí a ver a unos amigos, la zona la conozco bastante bien, y pensé que sería interesante y bonito participar en ella.
Siete días antes había corrido un Trail de 37 km por montaña en Sao Mamede, Portugal, y no salí nada contento. Fue de esos días en que todo parece ir mal, cabeza, piernas… por lo que no iba muy convencido a Los Barruecos. Acabé con los ánimos por los suelos, destrozado.
En casi todas las carreras a las que voy, encuentro gente conocida. El reencuentro es una de las cosas motivadoras de este deporte. A pesar de ser gente que solo ves en las carreras, al final se coge cariño…
Allí fui con Ángel, Gonzalo y Marcos, y con amigos de Calamonte de mi Club Pasito a Pasito.
Realmente tenía mis dudas sobre ir o no, a las 9:30 mando un mensaje a Marcos preguntándole si van a correr, con la esperanza de tener un NO como respuesta, y tener la excusa perfecta.
Pero ese no fue un SÍ. Ya tenía un extra condicional para ir.
Hacía frío, llovía y había estado lloviendo toda la noche, mucho aire (aumenta la sensación de frío, menor sensación térmica). No me apetecía nada, después de lo mal que lo pasé en Portalegre, pero quería probar mi cuerpo en este inicio de temporada.
Corrí bien, tranquilo y hasta el 15 que me alcanzó Marcos no empecé a “apretar”, pero sabía que a tanto no llegaba, aun así me mantuve. Me ayudó tenerlo a mi lado. Después a 600 metros me alcanza Gonzalo, me pasan los dos y quería entrar con ellos, pero no podía. Sin embargo, los últimos 300 metros no escuchaba otra cosa que sus ánimos, lo que agradecí enormemente. Ellos son conscientes de lo que me ocurría y me animaron mucho.
Ángel, y el resto de compañeros, entró después.
Un rato de conversación, y llevo a Gonzalo a casa a Cáceres. En el corto viaje que estuvimos hablando, aprendí mucho de él. Y me contó cosas que posiblemente sólo se cuentan entre compañeros que conectan, y nos quedó pendiente hacer entrenos juntos. Ahí me di cuenta de que hay otra persona más con la que salir a correr. Un plus de esta jornada
Al llegar, Ángel me hizo un regalo que me encantó. Muestra del aprecio y apoyo que nos damos entre nosotros, cuando atravesamos malos momentos y nos refugiamos en este deporte. Otro plus de esta jornada.
Quizás no le veáis mucho sentido. Pero realmente son sensaciones y experiencias que, en mi caso, esta pasión por la carrera me ha regalado.
Como veis es una oportunidad para aprender valores de los demás y con los demás.
Como veis una razón más para practicar este deporte.