He estado un buen rato pensando cómo titular el tema de esta entrada. Después de meditarlo bien, y empezar varias veces con textos diferentes, borrar, y volver a empezar, creo que la definición más adecuada sería decir “fuera de pista”.
¿Para hablar de qué? Pues de carreras por montaña, trail running, fell running…. Y es que son términos que, a pesar de ser diferentes estamos empezando a usarlos para hablar de lo mismo. Y la realidad es que existen diferencias. Voy a ser breve.
Si hablamos de trail running, estamos refiriéndonos a carreras que no discurren por pistas. Generalmente por caminos, senderos o trochas, en la mayoría de los casos no accesibles a vehículos. Realmente no tiene por qué discurrir por una montaña, ni tener grandes desniveles, ni cotas altas. (“trail” significa senda).
Fell running, en cambio consiste en el ascenso y descenso de montañas, ahora sí, con grandes desniveles que suponen un aumento considerable de la dificultad, y requiere mayor exigencia. (“fell” significa colina). Este término nace del norte de las Islas Británicas, donde la mayor cota cuenta con poco menos de1350 m de altitud.
Una carrera por montaña se acerca más a la definición de fell running, ya que es un requisito el superar determinados desniveles, e incluso en ocasiones se requieren de medios auxiliares para su superación (como cuerdas). La Federación Española de Montaña establece que para que una carrera sea oficial, debe superar los 1.000 m de ascenso positivo, y puede discurrir por baja, media o alta montaña (de aquí saldrán otros términos como trail, ultratrail, kilómetro vertical… que iremos tratando en otras ocasiones).
Ahora que lo tenemos claro, podremos empezar a hablar algo más de este tipo de pruebas, aunque a partir de ahora digamos carreras por montaña a cualquier prueba que discurre por montaña, independientemente de la longitud y desnivel, eso sí, dejemos claro que deban tener al menos algunos tramos técnicos.
Esta modalidad de deporte está creciendo a pasos agigantados, y cada vez son más los deportistas que se animan a realizar una carrera por montaña. La mayoría empiezan por carreras por asfalto. Primero con un reto de 10 km, y después asaltan los 21 de la media maratón. Una vez aquí, unos se deciden por marcarse el reto del maratón, 42km y a otros les da por empezar carreras por montaña.
Pero el caso es plantearse objetivos que mantengan vivas nuestra mente y el cuerpo en movimiento.