Tengo en mi granja una yegua noble y poderosa (como casi todas las de su procedencia) que perdió su empedrado con los años, como suele sucederle a los caballos tordos, y ahora es una yegua blanca que conserva toda su belleza y su porte, cuando ya ha cumplido los diez años.
Aparte de su dieta cotidiana, los membrillos la enloquecen, y está feliz en compañía de la “Rubia”, otra yegua de peor linaje y menos envergadura, a la que queremos igual que a ella y con la que lleva unos años hermanada.
Mi yegua Lola es el gran pretexto que tengo para hablarles a ustedes de su criador, otro de los extremeños singulares con el que tengo el privilegio de contar entre mis mejores amigos, después de habernos comido ya un saco de sal juntos. Les hablo de Joaquín Conesa, caballero a la antigua usanza, hombre de palabra al que se le puede comprar un coche usado (yo le he hecho) sin tener que preguntarle al mecánico.
Joaquín casi empezaba a criar caballos cuando tomábamos café en una tertulia mañanera, en el popular bar Stop de Don Benito, hace ya de eso unos 40 años, aunque su afición le venía de cuna y decidió probar suerte, poco a poco, utilizando un corralón que le prestaron para dar rienda suelta a su afición.
Enamorado del caballo español, su instinto le llevó a buscar en cuanto pudo animales de buena estirpe, nada menos que del hierro de “Romero Benítez”, al que ha sido fiel toda su vida, aunque haya buscado también por otras yeguadas, entre otras la de la “Vizcondesa de la Montesina”, en la finca “Las Torralbas” de Magacela que, para los que entienden de caballos, saben que fue toda una referencia.
Con el tiempo Joaquín se hizo de dos pequeñas dehesas, una en Don Benito, “La Serrezuela”, en la que tiene los caballos de la capa torda, y otra en Medellín, “Sierra de Troya”, donde pastan a diente los de la capa castaña y negra con sus potrillos, utilizando siempre la monta natural con sus caballos sementales seleccionados por él.
Así ha ido formando su yeguada, a la que bautizó como “Nobleza del Guadiana”, y empezó a ser conocido no solo en Extremadura, sino en otras regiones aficionadas al mundo del caballo, a cuyos certámenes acudía y ganaba sus primeros premios, dedicándose ya por entero a la profesión de criador. Hoy, los trofeos ganados por todas partes, no le caben en una sala grande de su casa.
El gran salto de Joaquín se produce cuando de su ganadería sale un caballo mítico, “Indiano XVIII” que vendió en los EE.UU., con el sobrenombre de “El León Español”, el primero en darle todos los premios imaginables en España, y dejarle una buena descendencia.
El 60 % de los animales de Nobleza del Guadiana están relacionados genealógicamente con este caballo a través de sus hijas, nietas y biznietas, tarea continuada luego por Faraón XXIX, hijo de Indiano, que consiguió igualmente innumerables premios por toda España.
Tras su estancia en Méjico y luego ya en EE.UU., en 1997 se crea la “Fundación Indiano”, en California, asegurando una gran descendencia de este caballo en ese país, lo que abre puertas a Joaquín Conesa para que sus caballos lleguen a los mercados internacionales con prestigio y expectación.
A pesar de ser el mundo del caballo de Pura Sangre Español (PRE) un sector de cierto elitismo, Joaquín creó una pequeña empresa modesta, y nunca perdió la sencillez y el trato cordial con sus amigos. Mantiene desde entonces en su explotación con carácter fijo a Dioni, Javi y Anselmo, en el manejo diario de sus animales, más a otros colaboradores eventuales para aquellos momentos en que las tareas lo requieren.
Como emprendedor singular da empleo a cinco personas directas, otras cuantas indirectas, más la economía local que supone el consumo de todo lo que acompaña a esta actividad (portes especiales, ensilados, piensos, herradores, guarnicioneros, fármacos, servicios veterinarios, etc.). Su afición y generosidad le ha llevado a presidir la Asociación de Caballos de PRE de Extremadura muchos años, en la que ha realizado una tarea encomiable para impulsar la afición a ellos, y además ha sido juez en concursos nacionales e internacionales.
Tras crecer notablemente la cabaña de PRE en Extremadura hoy se ve afectada, como todos los sectores profesionales, por la crisis (más de 70.000 caballos han ido al matadero en España, en 2012), lo que influye en las disminución de la cabaña tanto de aficionados particulares, como en ganaderías profesionales, sobre todo en aquellas que como algunas bodegas de vinos se hicieron a golpe de talonario en plena “euforia del ladrillo”, y ahora se deshacen con la misma rapidez con que se construyeron.
Joaquín también está afectado por esta crisis, que combate reforzando la selección de sus caballos y manteniendo de todas formas la exportación a diversos países de Europa, Costa Rica, Nicaragua, Méjico, EE. UU. También lleva un tiempo exportando caballos a China. Conserva su hierro con 64 yeguas, 8 caballos sementales, y los potros procedentes de todos ellos.
Joaquín va todas las mañanas desde muy temprano al campo a ver sus caballos, vigilar la sanidad y alimentación de ellos, y realizar la observación y selección de los mismos, ayudado por su hija Maleni que ha heredado la afición y profesión del padre, hasta que llega la hora de la venta de los potros y su participación previa en los distintos eventos feriales a los que va desde hace muchos años.
Hacer este recorrido con él te permite ver cómo sabe a primera a vista (conoce una a una a todas sus yeguas) cuando un animal tiene algún problema. También se puede ver algún parto sobre el terreno, y presenciar la cubrición de una yegua por el semental que ha elegido previamente, que es un espectáculo que enamora y permanece en el recuerdo para toda la vida.
Charlar con Joaquín de las innumerables experiencias vividas en tantos años de profesión es otro privilegio que sus amigos compartimos de vez en cuando. A él debo mi afición e interés por los caballos españoles, y desde que llegó Lola a mi casa, el aprendizaje conseguido, siempre con su apoyo y el de Dioni, me ayudaron a superar algunos trances difíciles, sobre todo en algún parto y en alguna cubrición problemática.
El mundo del caballo es un sector ganadero, cultural, deportivo y económico importante en Extremadura. Y hombres como Joaquín lo prestigian y ennoblecen hasta límites que no caben en el pequeño espacio de este blog.