Siempre me he atrevido en este blog a recomendar por dónde deben ir las cosas, cómo ahorrarte dinero, y cómo mejorar tu vida. Hoy toca ofrecer ideas de futuro de por dónde debe andar nuestra Región. Extremadura tiene una avanzada ley de transparencia, bastante opaca aún por su falta de desarrollo, pero tenemos ejemplos de cómo un país entero puede ser digitalizado, abierto a sus administrados y eficiente en su gestión pública:, Estonia.
Estonia tiene 1.3 millones de habitantes, y está allá arriba, entre Rusia, Letonia y Finlandia, pero tan cerca de ti como quieras para poder votar, pagar impuestos o crear una empresa, abrir cuentas bancarias e incluso ir a la escuela… por Internet.
Digitalizar Extremadura a la Estonia no es algo impensable. Sería ponernos a la vanguardia del futuro como Irlanda lo hizo cuando pasó de sembrar patatas en 1990 a ser uno de los países punteros de desarrollo empresarial en Europa.
Ser una región electrónica que salve las fronteras físicas haría posible qu,e con una tarjeta de e-residente de Extremadura, pudiéramos tener acceso a todos los servicios de nuestra Administración Pública Regional para firmar documentos, encargar las medicinas en nuestra farmacia, pedir hora en el centro de salud, o pagar la contribución de tu Ayuntamiento.
Sería en definitiva plantear el acceso a Internet como un derecho, lo que obligaría a cubrir todas las zonas rurales de nuestra Región, y poder disfrutar de WIFI gratis en cualquier lugar.
Pero no solo sería un adelanto para las gestiones administrativas con nuestra Junta de Extremadura o ayuntamientos, si no en multitud de actividades de nuestro día a día. Por ejemplo, sería posible poder participar diariamente y sin necesidad de tener que preguntar 100 veces a nuestros hijos, sus rutinas escolares, sus tareas, calificaciones y problemas escolares.
Pero también sería un revulsivo para las materias formativas universitarias, situando a nuestra Región de manera obligada en la punta de lanza de nuevas enseñanzas como programación simple, utilización de nuevas tecnologías, y todo ello con las consecuencias previsibles cuando se forma en el TIC de las cosas a los ciudadanos: nuevas oportunidades de trabajo, de formación y, en definitiva, de expectativas laborales, y con ello, nuevas posibilidades económicas para muchos, y una clave de gestión para nuestras pymes que aún necesitan ese empujoncito tecnológico, en incluso de la industrialización de nuestra región.
La posibilidad de tener oficinas virtuales de atención al ciudadano en todo lo que necesita de las Administraciones haría de nuestro día a día en relación con todo lo que está, o depende de los poderes públicos, un entorno más eficaz y eficiente de la gestión de nuestros recursos.
Como todo en la vida, los problemas son salvables. Infraestructuras de red, conexiones en todo el territorio regional, gestión de la privacidad, almacenaje de información sensible, garantía de funcionamiento en casos de sabotaje, gestionar una de las leyes más restrictivas de Europa en torno a la seguridad de los datos personales.
Dar un salto cualitativo en la calidad de vida, la transparencia, sustentabilidad y equilibrio de nuestra Región y de su economía sería incentivo suficiente para salvar todas las posibles trabas. De hecho, más de 20.000 e-residentes de 138 países y 3-000 empresas ya están ubicados en Estonia.
Pero trabajar conectados a los ciudadanos podría ser una buena vía para desarrollar Extremadura porque la tecnología es un vector del impulso industrial y del impulso del conocimiento y, lo más importante, podría conseguirse un cambio de paradigma, cambiar el pensamiento y la mentalidad de nuestros ciudadanos y, sobretodo, de nuestros gobernantes.
Hoy mismo, si tú quieres, puedes ser e-residente, que no ciudadano, de Estonia y crear de una manera fácil y rápida una empresa sin necesidad de vivir allí, empresa que puede operar en los 28 países de la Unión.
Pero es que además, cualquier negocio con la implementación tecnológica de ese país obtendría importantes mejoras en sus costes de gestión, menos burocracia, y no estamos hablando de evadir impuestos, si no de todo lo contrario: liquidarlos religiosamente allí porque los e-residentes digitales pagan los impuestos donde se generan.
Abrir expectativas de ese calibre a miles de empresas europeas unido a una legislación adecuada a su “e-extremeñización”, ya te hace pensar en otras posibilidades ¿verdad?Infraestructuras, una firma digital con valor total, millones de kilos de papel ahorrados y millones de árboles salvados, miles de horas ahorrados en tramites burocráticos, miles de funcionarios y trabajadores de empresas privadas con teletrabajo como medio de vida con sus familias conciliadas
En definitiva no solo sería traer empresas físicas a nuestra Región, si no que tributaran en ella, miles de empresas que ni siquiera estarían en ella… eso ya va siendo más interesante, porque no olvidemos que un salto cualitativo de este tipo serían más cuentas para nuestra Extremadura que, al día de hoy, ya ha perdido la mayoría de los trenes del desarrollo.
Si son más cuentos que cuentas… depende de la capacidad de innovación de nuestros gobernantes, en Estonia, no lo son.