Los incendios forestales que arrasan todo están siendo la música de fondo de una historia triste, cara y perfectamente previsible.
Retomar después de 2 años el blog de Economía Anticrisis, en plena crisis de incendios forestales y a pocas fechas de una crisis de inflación que nos va a tener a todos en vilo no ha sido una casualidad, ha sido la necesidad de volver a plantearnos la lucha contra la crisis.
Los incendios forestales son previsibles. El calentamiento del planeta no es previsible.
Pero si es previsible que todos esos factores que conforman un incendio, no encuentren combustible para quemar. Eso si es previsible. Los incendios forestales se apagan antes de que se produzcan con una buena gestión agro-forestal.
El gobierno de España con su Presidente a la cabeza ha destinado para gestión forestal el 0.2% de los presupuestos y aunque las competencias están transferidas, con esos mimbres pocas posibilidades tenemos de prevenir y atacar incendios.
Hace más de un més que los expertos como Francisco Castañares avisaba que un incendio en Monfragüe podía acabar con al vida dentro del Parque Nacional en poco más de cuatro horas y así ha sido. Entró el incendio forestal por Casas de Miravete y más de 1.000 Hectareas han sido pasto de las llamas.
Y de los incendios forestales en España no vale echar la culpa al cambio climático. Ahí ni siquiera los diosecillos políticos pueden actuar, donde pueden actuar es para que ese cambio climático no encuentre combustible para que se quemen nuestros montes.
Extremadura cuenta con una biomasa combustible anual de 1.7 Millones de toneladas. Que equivalen en energía a 5 millones de barriles de petróleo. Esto no es nuevo, ya lo contábamos hace años, porque hace años que los expertos nos están avisando de los peligros de no gestionar nuestros montes y bosques como lo hacían antaño nuestros abuelos. Aprovechando todo ese combustible.Los incendios son ahora bombas atomicas pero las politicas de extinción son de los 90.
Y se puede aprovechar con un alto rendimiento económico, con la creación de puestos de trabajo, con fijación de población a nuestra Extremadura creando centros de conversión en pellets que sean combustibles para la industria, las calefacciones y las pymes. La energía limpia en Extremadura, es un buen negocio
Por eso admitir que los incendios forestales que arrasan nuestro País sean causados por el cambio climático es como afirmar cuando se nos cae un vaso al suelo que la culpa es de la fuerza de la gravedad.
El cambio climático está ahí. Nuestros impuestos también. La voluntad de los políticos para acabar con la lacra de los incendios forestales mientras digan que la culpa es del calor es de mal pagador. Es de mal pagador de sus responsabilidades. Y la Economía verde es buena para el bolsillo
Y por encima de todo ello. Nuestra región cacereña el 70% de su recaudación hotelera depende de nuestras reservas forestales y su turismo rural. Al día de hoy solo se ha quemado el 8% de toda esa superficie forestal.Que todo el que quiera siga acercandose a nuestras piscinas naturales, a nuestros Valle del Jerte y Gata. Pero no esperemos a que se queme el resto. Los incendios forestales se pueden prevenir, en invierno y con presupuestos dignos y responsabilidad orientada a la gestión forestal y limpieza de nuestros montes.
Porque en esto como en todo, lo que no son cuentas… son cuentos.