Desde que empezó el año, venimos oyendo que la financiación se desbloqueará. El último post lo dedicamos a ver la situación esperada de la vivienda en el 2014, siempre con el objetivo último de solicitar una operación de financiación, que complementamos hoy con el otro gran problema de la mayor parte de la población: Refinanciar sus operaciones tras las bajadas de sueldo o haber pasado a engrosar la lista del paro. En ese caso estos cuatro consejos para refinanciar préstamos pueden resultar útiles.
Los bancos querrán saber si tú pareja y tú estáis trabajando, y ya no sirve “arreglar” una nómina. Te pedirán la vida laboral para saber si hay alguien cotizando por ti en la seguridad social, así como la totalidad de los préstamos y riesgos que mantienes. En estos momentos, de nada sirven los trucos para maquillar la realidad: el Banco de España tiene toda la información, y te verás obligado a firmar la autorización para su consulta por parte del banco.
2 Incluye las tarjetas de las financieras que tienes por ahí.
Todos sabemos que esas malditas tarjetas, tan necesarias por otra parte, aparte de resultar una forma de financiación cara, es lo primero que tenemos que organizar cuando refinanciamos nuestros préstamos. Sincérate ante la entidad bancaria, y explícalo así para su inclusión en la refinanciación. El mayor problema es que los bancos refinancian sus tarjetas, no las de otros,. Así que, toma nota, y traslada los cargos de una tarjeta a otra donde vayas a refinanciar tu operación principal.
No vayas a presentarte en el banco con la idea de refinanciar tus préstamos contándole que vas a hacer una reforma de la casa porque esa “mentirijilla tiene las patas cortas”. Tan fácil como pedirte la factura de la obra, y si la consigues, el banco podría no dejar que tocaras el dinero y hacer la transferencia al proveedor que te has buscado. Incluso, si te has buscado la vida, y has acordado con el falso proveedor que te devuelva el dinero transferido a su cuenta, ten en cuenta que estás jugando con fuego bancario. Si te pillan, olvídate de lo más importante que necesitas para realizar una operación de riesgo: tu credibilidad personal.
Si tienes problemas personales o profesionales, ten en cuenta que la mesa de despacho del empleado de banca es como el confesionario. Lo que pasa en el banco se queda en el banco. Y no ya porque tu intimidad está amparada por la obligada confidencialidad entre cliente y Banco, sino porque el bancario es un profesional que habrá escuchado historias“más gordas” que la tuya. Y ya he explicado que la credibilidad personal es lo más importante en estas operaciones.
Y no te olvides que, para refinanciar, si es una persona física, querrán garantías hipotecarias. Si ya es un hipotecario, querrán más garantías personales.
Con estos cuatro consejos para refinanciar préstamos, no te aseguro el éxito, pero sí que te vean con “buenos ojos” en tu entidad. Suerte