Conseguir dinero para financiar un proyecto es el gran caballo de batalla del emprendedor. Hace unos días se celebró un curso en los puntos de Activación Empresarial de Mérida y Cáceres sobre cómo hacer para que el banco te conceda un crédito. Lo impartió Antonio Martín, consultor de Incyde, la fundación de las Cámaras de Comercio. Éste recorre toda España formando a emprendedores. Entre curso y curso, nos concedió una entrevista.

Para él la primera regla es que no hay reglas de oro para conseguir financiación, pero sí hay tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

– Valor añadido. Es fundamental que nuestro producto se diferencie del resto. “Parte de una buena negociación financiera pasa por que el objetivo del proyecto esté bien definido”, dice Antonio Martín.” El público tiene que tener la motivación para comprarte el producto. Si esta motivación no existe y el producto ya se hace, no va a funcionar”.

– Imagen personal. Es obvio que uno no se puede presentar de cualquier manera ante un director financiero de una entidad bancaria.

– Imagen del proyecto. Hay que llevar una buena presentación del proyecto financiero. En él deben aparecer claramente los balances de ingresos, gastos, pérdidas y ganancias. Estos datos deben ser inteligibles, transparentes y sobre todo creíbles y razonables. “No es lo mismo decir que voy a vender 10.000 euros que 5.000 cervezas. Para vender 5.000 cervezas al mes a lo mejor basta con vender 200 diarias, cosa que es más creíble que decir que vas ha vender no sé cuantos miles de euros cada mes”.

Este consultor, que dirige el departamento de proyectos y finanzas en Incyde, se muestra confiado en que el sector financiero comenzará ya a dar créditos después de haberse desprendido de los activos inmobiliarios problemáticos. Eso sí, avisa de que el crédito “no será a raudales”, dice, “y además el empresario tiene que tener en cuenta que se acabó la situación anterior donde te daban el 110 por ciento”.

Y una vez que se tiene el proyecto y la financiación, ¿cuál es el siguiente paso?.

Desde las Cámaras de Comercio se recomienda sopesar la posibilidad de establecerse en los llamados viveros de empresas. Son lugares en los que los autónomos comparten el mismo espacio. Al inicio de la actividad tiene muchas ventajas; entre ellas, que los costes fijos (luz, agua, teléfono, internet…) se reparten entre todos, por lo que es más barato que asumir individualmente los gastos en un local propio.