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Carlos Pajuelo

Escuela de Padres

¿Existen padres con déficit de atención?

Estar atentos es muy importante sobre todo cuando se está educando

Hace unos días me ocurrió esa “extraña casualidad” en la que varias personas diferentes, que no tienen nada que ver entre sí, me hablaron de un mismo tema. Mi colega Susana Vicario me sugirió escribir sobre padres hiperactivos y a la mañana siguiente un niño que se dirigía al colegio azuzado por su madre le gritaba “mamá-pareces-hiperactiva-con-tanto-corre-corre-corre” y media hora después en una entrevista con los padres de un aspirante a modorro, la mamá en bajito me dijo “creo que mi marido tiene un déficit de atención” a lo que el desatento padre contestó con un fastidioso “ya estamos”.

Recordé una frase de Friedrich Schiller: “No existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas”, justo en ese momento me dije esto es una revelación para que escriba un post sobre padres que se comportan como si tuvieran déficits de atención o como hiperactivos.

El tema de los niños con hiperactividad y/o déficit de atención ha generado mucha literatura. ¿Existen los hiperactivos? Pues igual que brujas en Galicia, “haberlos haylos”, otra cosa es si en la denominación de origen TDAH  están más de los que son. Porque me parece que en el tema de la hiperactividad ocurre lo que en los bolsos de Louis Vuitón, hay muchos falsos.

Pero dejemos el tema de los niños con TDAH que es serio y con muchos frentes de debate y hablemos de padres y madres desatentos y algunos hiperactivos.

Lo que más caracteriza a los padres desatentos es su falta de atención cercana a detalles. A diario tenemos una oportunidad para interesarnos por nuestros hijos y no sólo por cómo les ha ido por el colegio. A menudo cuando hablo con niños o con adolescentes que me cuentan interesantes historias me pregunto si nos damos cuenta los padres de lo que piensan nuestras criaturas, de lo que pasan y de cómo lo pasan. Fíjate, observa a tu hijo, no te distraigas estate atento y cuando notes que algo le pasa no le preguntes ¿te pasa algo?, es mejor que le digas estoy aquí y puedo y quiero ayudarte.

Otra característica de padres desatentos es que parece que no escuchan cuando sus hijos les hablan. Aquí hay que distinguir entre “no escuchar” y “hacerse el sordo”. Yo recomiendo a muchos padres la sordera transitoria como una eficaz herramienta educativa pero otra cosa es la de aquellos padres que no quieren escuchar, padres que no quieren afrontar aquello que los hijos dicen. Escuchar, escuchar y escuchar a los hijos es la mejor forma de mostrarles nuestro interés por ellos. Y como nuestros hijos nos interesan ya sabremos qué hacer después de escucharlos.

Otra característica de los padres desatentos es la impulsividad, así  con frecuencia actúan de forma inmediata sin pensar en las consecuencias. Los hijos tienen la habilidad de “ingurgitarnos la yugular” (ya sabes, cuando la vena del cuello nos la ponen como el pescuezo de un cantaor) y cuando estamos ingurgitados es cuando más fácilmente perdemos el control. Cuando los hijos nos comienzan a alterar es cuando más necesitamos hacer un esfuerzo para calmarnos para evitar ser impulsivos y tener que arrepentirnos de lo dicho o de lo hecho. Recordad el post en el que daba alguna orientación sobre cómo no perder la calma con los hijos.

Hay algunos padres desatentos que además son hiperactivos y se caracterizan por su excesiva actividad motora. Padres y madres que desde que se levantan ya están haciendo algo, pasan de 0 a 100 en menos de 2 segundos. A los padres nos encantaría que nuestros hijos hicieran todo lo que tienen que hacer a la primera, sin rechistar y a ser posible por su propia iniciativa sin que nosotros les tengamos que decir nada y como eso no suele ocurrir, nos desesperan.  Educar sin prisas es educar pensando en el futuro y no en el presente. Los objetivos de la educación son a medio y largo plazo y no para el día a día. Así que procura pensar cómo te gustaría que se comportarantus hijos cuando sean adultos en vez de pensar lo que te gustaría que hicieran hoy y mañana. Cuando los objetivos son a largo plazo los padres podemos actuar con más calma que cuando deseamos objetivos a corto plazo. A más calma menos hiperactividad.

¿Estamos tranquilos? pues eso es lo primero que tenemos que hacer los padres, tranquilizarnos (que es diferente a “pasar”) y luego a seguir con nuestras normas y límites, a seguir de manera sistemática y un poco de paciencia, los niños dentro de nada serán adultos.

Los Padres a menudo hacemos las mismas cosas que nos preocupan o disgustan cuando las hacen nuestros hijos, pero, te recuerdo, que a alguien se tienen que parecer, ¿no?

 

La tarea de ejercer de padres

Sobre el autor

Carlos Pajuelo Morán, psicólogo y padre de dos hijos, ejerce su tarea de Orientador en el Equipo Psicopedagógico de Atención Temprana de la Consejería de Educación y Empleo. Durante 21 años ha sido profesor asociado en la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura. En este blog los padres y madres interesados por los temas de la educación encontrarán información fácil y accesible, basada en aportaciones de la psicología y la psicopedagogía, que les ayude a identificar las competencias y habilidades que como padres poseen y a utilizarlas de la manera más eficaz para poder seguir ejerciendo esta apasionante, aunque a veces ingrata, tarea de ser padres.


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