A noviembre le gusta difuminar los paisajes con neblinas. La dehesa entonces se despierta con una finísima cortina color gris lluvia, que enmudece los verdes; al fondo la silueta de encinas y alcornoques se mantienen enhiestas. Y de repente resuena el sonido de trompeteos, un vocingleo constante que se contagia por toda la campiña, una […]