Este curso que ahora ha comenzado terminará en Junio de 2013 con un déficit en la plantilla de 1.000 docentes en nuestra región, unos 35.000 en todo el país, a pesar de que el número de alumnos se ha incrementado en una media del 1,7%. A esta cifra hay que sumarle también una reducción en inversión pública educativa en Extremadura de 30 millones de euros para el próximo año. Unas cantidades que, como mínimo, parecen injustas y desproporcionadas.
Precisamente, no parece muy coherente que desde la Administración no se repongan las plazas que dejan los jubilados (800 en Extremadura a final del curso) y quienes salen del sistema, la nula oferta de empleo y la consiguiente congelación de las oposiciones, pues no sólo provocan la mutilación de las plantillas de profesores, sino también el envejecimiento de las mismas al no permitir el acceso a nuestros jóvenes.
La tasa de reposición aprobada el año pasado por el Gobierno central para Educación (10%), quedó suspendida en casi todas las comunidades autónomas para acumularla a la de este año, por recomendación del propio Ministerio de Educación, hasta un 20 por ciento, cifra claramente insuficiente a la vista de los datos anteriores. Así, es evidente que para mantener la calidad y la viabilidad del sistema educativo español, como uno de los pilares del Estado del Bienestar a medio y largo plazo, deben convocarse oposiciones para el próximo año con el 100 por cien de las vacantes existentes.
De no convocarse oposiciones, se producirá la desaparición de un importante número de puestos de trabajo en el ámbito educativo, el incremento de profesores en paro y el deterioro de nuestra educación. Lamentablemente, la dirección que han tomado nuestros responsables educativos nada tiene que ver con las recomendaciones de todos los organismos internacionales: “invertir en Educación para salir cuanto antes y en mejores condiciones de la crisis”.
Evitar que el deterioro de la enseñanza pública repercuta en toda la sociedad pasa por la convocatoria de oposiciones para cubrir el total de las vacantes que existen en nuestra comunidad. Es imposible que la educación pública extremeña mejore si no se consigue frenar la sangría que se está produciendo en las plantillas de profesores.
Y es que no nos podemos olvidar de que el profesorado es el pilar fundamental en el que se sustenta la educación de nuestros hijos. El recorte de presupuesto que está sufriendo la enseñanza pública, en medios y en plantillas, es de tal calado que afectará gravemente, si no se pone remedio, al futuro de nuestra sociedad.