Los empleados públicos hemos perdido un 19,7% de nuestro poder adquisitivo desde 2009 hasta 2012. Así, la mayor parte del poder de compra perdido en este periodo se produjo el año pasado, con la eliminación de la paga extra de Navidad –gracias al Gobierno de Rajoy- y la reducción salarial-gracias al Ejecutivo de Zapatero- y también por el aumento de la jornada de 35 a 37,5 horas semanales.
Aunque en el asunto del horario de trabajo sí quiero hacer un inciso porque no todos los empleados públicos teníamos una jornada de 35 horas. En la Administración de Justicia siempre hemos tenido una jornada laboral de 37,5 horas semanales, guardias aparte.
Concretando datos, los empleados públicos perdimos al menos un 10% de poder adquisitivo en 2012, debido también a la evolución del IPC y a la subida del IRPF, además de a la supresión de la extra de diciembre.
Desde 1982, los empleados públicos acumulamos una pérdida de poder adquisitivo de casi el 60% ya que la evolución del IPC y su diferencia con las subidas salariales aplicadas en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado ha provocado un descenso continuado de nuestro poder de compra.
En este sentido y a pesar del adelanto de la paga extra en Extremadura para los empleados públicos de la Junta, la retirada de la paga de Navidad al resto del colectivo funcionarial ha repercutido de manera negativa sobre las ventas comerciales y por extensión en el conjunto de la economía del país.
Así no es de extrañar que según los datos del Instituto Nacional de Estadística, las ventas del comercio minorista en todo el Estado se desplomaran un 10,2 por ciento en el último mes del año, respecto a diciembre de 2011, acentuando en casi dos puntos y medio la caída interanual de noviembre (-7,8%) y encadenando así 30 meses consecutivos.