Lola Santiago, nacida en Granja de Torrehermosa y residente en Madrid, donde obtuvo la licenciatura de Filología Hispánica, nos era conocida por sus poemarios ‘Apenas un trazo’ (1985), ‘Ya no es tiempo de lilas’ (1993), ‘Pulso roto’ (1995), ‘Plenitud del instante’ (1988) y ‘De Centro a Boca’ (2004), este último traducido al inglés en la Universidad de Chicago. ‘Blues del silencio’ es su primera obra narrativa. La escritora, diplomada también en pedagogía terapéutica, hizo estudios de Solfeo y Piano en el Conservatorio de Madrid, cultivando igualmente la pintura, con exposiciones realizadas en no pocas ciudades españolas. Este bagaje cultural le resulta sumamente útil a la hora de construir una novela cuya protagonista está matriculada en Bellas Artes; es la novia de un músico famoso; tiene como mejor amigo a un pintor de renombre y sufre amnesia transitoria, enfermedad por la que es recluida en cierto sanatorio psiquiátrico. La autora conoce perfectamente las situaciones que describe y maneja el léxico oportuno.

Como la mayor parte de la novela discurre en dos hospitales, Juan Manuel de Prada sostiene en su brillante prólogo que «‘Blues del silencio’ merece incorporarse al elenco de obras que logran asomarse a esos pasadizos de dolor donde la humanidad se retuerce sobre un lecho de ortigas. Novelas que discurren sobre el filo de una navaja, sostenidas en el difícil equilibrio de una sensibilidad exacerbada, a ratos sublime y a ratos desgarradora. Leyéndola, resulta inevitable asociarla con los grandes hitos del género de «novelas de manicomio». No le faltan razones al lúcido prologuista, aunque para nosotros se trata, ante todo, de una novela amorosa. Así parece comprender lo el responsable de la edición, Basilio Rodríguez, cuando decidió ilustrar la cubierta con la imagen de ‘María Magdalena’ en éxtasis, pintada por Caravaggio (1606) . Dicho trance puede remitir, según los tratadistas, tanto a impulsos místicos como a los declaradamente eróticos. Encerrada sorpresivamente en un centro hospitalario de las islas, la joven Alba (así ha decidido llamarse) será sometida a tratamiento para recuperar la memoria que perdiera una traumática noche. Los avatares del incidente, donde se vio complicado el hijo de un cacique local, irán siendo rescatados poco a poco, a la vez que se recompone la historia de la protagonista. Un largo proceso, durante el cual recibe la ayuda de excelentes profesionales. La figura de sor Teresa, mujer sensible y generosa, sobresale entre todos. Pero lo mejor de la enfermedad ha de procurárselo a Alba otra reclusa, María. Entre ambas surge una pasión sin límites, que permanecerá incluso después de recibir aquella el alta definitiva, cuando Fernando, el novio desaprensivo, no signifique ya cosa alguna. Juan, el fiel amigo y posible amante, se quedará sin conseguir el amor de la joven, afincada de nuevo en Madrid. Según nos dice el epílogo, llegará a ser una artista consagrada internacionalmente, con el corazón aún poblado por la figura de María. (Muy interesantes son los momentos en que se solapen los nombres de la enferma amada y el de la virgen homónima, una sinopsis atrevida de lo religioso y lo profano).

El discurso de la obra se construye a base de evocaciones y soliloquios en primera persona, con diálogos, pocos, marcados, intercalados o hábilmente fundidos, según las ocasiones. Lo mejor son aquellos pasajes en los que el agitado espíritu de Alba la induce a expresarse de manera lacónica, mediante oraciones simples, un decir casi entrecortado, rapidísimo, casi a pinceladas. Entonces surge una prosa brillante, perfectamente en consonancia con el proceso mental que la protagonista va experimentando en su lenta recuperación, como a pespuntes o fogonazos, de la memoria . Es entonces cuando la novelista exhibe ese dominio de la palabra adquirido en sus muchos años de poeta. Menos logradas nos parecen las narraciones en tercera persona, en ocasiones con una puntuación desconcertante y ciertas precipitaciones en la presentación de protagonistas secundarios, algunos tal vez prescindibles. ‘Blues del silencio’ constituye la prometedora entrega de una escritora que, según advierte Prada, posee un conocimiento intuitivo y (añadimos nosotros) amable del ser humano.

El libro:

– Título: ‘Blues del silencio’
– Autor: Lola Santiago
– Editorial: SIAL Ediciones. Madrid, 2008