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Manuel Pecellín

Libre con Libros

Editores y libreros

Hace poco más de tres lustros, la biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz veía constituirse una asociación cuyo nacimiento habían propugnado, frustradamente hasta entonces, no pocas de las personalidades más interesadas por defender y difundir el patrimonio cultural de nuestra tierra. Desde entonces, la Unión de Bibliófilos Extremeños (UBEx) ha ido afianzándose, en un devenir donde no faltarían los altibajos, hasta contar con varios centenares de socios y una no desdeñable relación de tareas realizadas. No le ha faltado el apoyo de distintas instituciones públicas y privadas, especialmente el de la Consejería de Cultura, junto con la generosa dedicación de sus miembros más comprometidos.

Entre las fructíferas actividades de la UBEx se distinguen las ‘Jornadas Bibliográficas’, que vienen celebrándose casi desde el principio. Para estos encuentros anuales, la junta directiva elige un tema de estudio (biográfico, editorial, académico, histórico…), siempre relacionado con la cultura extremeña y, por lo común, motivándose en razones de oportunismo cronológico. Las Jornadas, abiertas al público, tienen carácter abierto y, junto con la intención de profundizar en el conocimiento, se proponen dar a conocer la propia entidad, sobre todo al gremio estudiantil. De ahí que se procure llevarlas a centros educativos, últimamente Biblioteconomía, facultad cuya creación la UBEx había reivindicado desde los primeros días. Hasta ahora, las ponencias defendidas se han recogido en los correspondientes volúmenes de actas, que constituyen ya colección imprescindible para los estudiosos de nuestra literatura.

El último publicado corresponde a las Jornadas XIII y XIV. La primera (2006) se organizó en homenaje a Agustín Sánchez Rodrigo (1870- 1933).

Se trataba de conmemorar la figura de este cacereño utópico, que hizo posible componer, imprimir y distribuir desde la remota Serradilla el método por el que más niño aprenderían a leer y escribir en castellano. Concebido por el maestro Ángel Rodríguez Álvarez, otro serradillano ilustre, Agustín se entusiasmó con ‘Rayas’, hasta el punto de dedicar vida y patrimonio a las pronto célebres «cartillas». Según Gonzalo Sánchez-Rodrigo, nieto del editor, desde 1905 a 1974 se vendieron por España y Latinoamérica más de 77 millones del ‘Rayas’. Pese a todo, aquel empresario-mecenas, sólo en los años últimos de su vida pudo solventar una situación económica permanentemente a bordo de la ruina. Víctor Chamorro, que ya publicase la biografía de este hombre formidable; Isabel Collado Salguero, especializada en Historia de la Pedagogía, junto con el mencionado familiar, describen y valoran las realizaciones editoriales (no sólo las de carácter pedagógico) emprendidas por Agustín Sánchez. Mucho más valiosas porque le tocó vivir en un contexto sociopolítico nada favorable, según bien demuestran las aportaciones históricas de Juan García Pérez y Juan Antonio Rubio-Ardanaz. Bartolomé Miranda Díaz y Bartolomé Díaz montaron la exposición bibliográfica cuyos contenidos aquí se catalogan.

Las Jornadas de 2007 se dedicaron a los mercaderes de libros del siglo XVI. José María Moreno, director del archivo histórico de Zafra, tenía localizado en esta población a un personaje de la época, Alonso de Aguilar, originario de Medina de Rioseco y con tienda de libros en la Plaza Chica segedana. El investigador describe las condiciones del convenio suscrito por el castellano con los jerónimos de El Escorial para difundir por los dominios del duque de Feria las Obras del ‘Nuevo Rezado’. Miles de misales, diurnales, martirologios, devocionarios, sacramentales, breviarios y otros libros litúrgicos o de oración, ya con las orientaciones emanadas de Trento e impresos en su mayoría fuera de España (Venecia y Amberes, sobre todo), serán vendidos en tierras extremeñas por el comerciante zafrense. Porque el libro era ya un formidable negocio en la segunda mitad del XVI. Pero los dos grandes poderes de la época, la Iglesia y el Estado, habían valorado mucho antes la importancia que para sus intereses propagandísticos encerraba la revolución de Gutenberg.

Papas, reyes, nobles, obispos, inquisidores, pastores protestantes… todo el que tenía algún poder quiso controlar desde el origen los productos de la imprenta. «Orientar» a favor propio las ediciones; censurar los textos contrarios; ganarse o reprimir al autor de turno, fue práctica habitual de los poderosos. José Luis G. Sánchez-Molero desarrolla en un documentadísimo estudio el funcionamiento de aquellas tramas en la primera mitad del XVI. Lo hace analizando la compleja relación entre los impresores españoles y el Consejo Real, centrada en dos puntos básicos: el problema de la licencia y el del privilegio, fórmulas de control (también de defensa) establecidas por los Reyes Católicos y Carlos V, a imitación de otras eclesiásticas, pioneras en dichos afanes, por ejemplo la bula Inter multiplices, de Inocencio VIII (1487). Una historia apasionante, con ecos aún perceptibles.

EL LIBRO:

– Título: ‘XIII y XIV Jornadas Bibliográficas’

– Autor: AA VV

– Editorial: UBEx, Badajoz, 2009

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