Marciano Martín (Hervás, 1957) lleva toda su vida dedicándose a la investigación de las comunidades judías en la Alta Extremadura, territorio donde tan abundantes fueron las aljamas israelíes antes de la expulsión decretada por los Reyes Católicos (1492), así como los judeoconversos posteriores. Sobre el tema tiene publicados una larga veintena de estudios, entre los que cabe recordemos Los judíos de Hervás (1997), Los judíos de Candelario (1998), Documentos para la historia de los judíos de Coria y Granadilla (1999), Historia de los judíos de Plasencia y su tierra (2001), Judíos y cristianos nuevos en la Historia de Trujillo (2008) o La invención de la tradición judía de Hervás (2010), ha poco reseñada aquí. La firma del autor, también conocido como Marciano de Hervás, es frecuente en numerosas revistas propensas al tratamiento de dicho fenómeno, como Sefarad.
No extrañará, pues, que se haya interesado por la figura de Abraham Zacut ( el “Abasurto” de tantas citas clásicas), un sabio salmantino con prolongada estancia en la Extremadura renacentista a las órdenes de D. Juan de Zúñiga y Pimentel ( 1464-1504), el último maestre de la orden de Alcántara. A tan relevante figura está dedicado este libro, que obtuvo el III Premio de Investigación y Divulgación Histórica “Pedro de Trejo” (2009), convocado por la Asociación placentina del mismo nombre y que preside F. J. Valverde Luengo.
El nombre de Zacut o Zacuto no es desconocido para los historiadores de Extremadura, deudos casi todos de las referencias que al sabio hace Torres y Tapia en su Crómica de la Orden de Alcántara (Madrid, 1763), generosamente citadas en esta obra. Del cronista alcantarino son también deudores estudiosos como Marcel Bataillon, Antonio Rodríguez-Moñino o Enrique Segura Covarsí, por referirme a los más conocidos tratadistas de la “Academia de Zalamea”, donde Zacut tuvo notable participación junto a personajes de tanto renombre como el músico Solorzano, el jurista Gutiérrez de Trejo, el teólogo fray Domingo , el médico Parra o el mismísimo Antonio de Nebrija. Al sabio hebreo dedicó José M. Cobos Bueno, profesor de la Universidad de Extremadura, la obra Un astrónomo en la Academia renacentista del maestre de Alcántara fray Juan de Zúñiga y Pimentel : Abraham Zacut ( Badajoz, 2001), igualmente utilizada aquí con reconocida frecuencia.
Las aportaciones más valiosas de Mariano Martín en este libro quizás no sean sus análisis de las tres obras más relevantes del científico israelí – en realidad, un astrólogo o constructor de horóscopos más o menos certeros, fundamentados en sus grandes dotes de observación y en la riqueza de datos sociológicos que sobre su época poseía -, sino en los apuntes sobre la época cuyas sombras y luces le tocó vivir. Junto a los análisis de las publicaciones de este rabino indefectiblemente fervoroso de la ley de Moisés ( Tratado breve en las influencias del cielo, El libro de los juicios, Juicio de los eclipses), que optó por el exilio antes que el bautismo (Portugal, Túnez, Damasco, donde falleció el año 1515), el estudio nos ofrece un apasionante cuadro de la situación por la que atravesaban las comunidades judías altoextremeñas durante el siglo XV, ocupándose igualmente de personajes tan atractivos como los que conformaban la familia Abravanel, con Isaac a la cabeza.
Pero quizás lo más valioso de este tan interesante texto, al que se le pueden imputar no pocas repeticiones y un afán insólito por la digresión no siempre justificada, sean sus apuntes sobre el mecenas de Zacut, Zúñiga y Pimentel, el último maestre alcantarino, partidario de una “política de acordeón” – a favor o en contra de los judíos, según conveniencias del prócer. Y ello, sin olvidar la formidable personalidad de su madre, Leonor Pimentel , la muy belicosa dueña, sobre los que la historiografía ha deslizado no pocas inexactitudes, ahora solventadas.
EL LIBRO
Título: ‘Abraham Zacuto. Astrólogo de Don Juan de Zúñiga’
Autor: Marciano Martín Manuel
Editorial: Renacimiento. Sevilla, 2010.