MADRESELVA
“Madreselva” nos parece término hermoso, repleto de connotaciones. Designa una parra trepadora, que se puede encontrar en nuestras sierras, aunque también la cultivan y venden, baratita, los viveros. Se la ve a menudo a hombros de paredes o pérgolas, perfumando los rincones más protegidos. Madreselva es también el nombre de una curiosa publicación, que ya alcanza ya la veintena de números. La edita en Zafra Madreselva Servicios Culturales, C.C. y se imprime en los talleres segedanos Rayego. Constituye todo un paradigma de supervivencia, solamente explicable por la tozudez de su director, José Juan Martínez Bueso, filólogo. La revista, que consta de 26 páginas de formato mayor ( 30×21 ), generosamente ilustradas, responde bien al subtítulo: “Cultura y turismo en Extremadura”. Cada número se elabora en torno a un núcleo temático, si bien todos recogen colaboraciones plurales. Voy a referirme a las dos entregas últimas.
La que hace el número 19 corresponde a septiembre-octubre 2016, donde se aborda el tema de la construcción, según las nuevas perspectivas que en este terreno se dibujan. Sobresalen los artículos de Rafi Benítez sobre las artes aplicadas; el de Jacinto Salas, arquitecto, un análisis del edificio enfermo, y el de Lucile Couvreur/Alejandro Buzo en torno a las posibilidades de las alpacas de paja como alternativa eficiente, económica y ecológica para la construcción. No faltan apuntes relacionados con la educación, la música, la literatura e incluso la gastronomía (receta de la humilde, pero siempre eficaz sopa de cebolla, presentada por David Salazar, chef-propietario del restaurante Manrô).
El nº 20 (noviembre-diciembre 2016) propone un abanico de novedosas reflexiones en torno a cuestiones que a todos nos pueden interesar para una época tan crítica y cambiante como la nuestra. Por ese camino se conduce el trabajo de Alberto Arroyo, Presidente en Extremadura de AMCES (Asociación Española de Mentoría), quien presenta las ventajas del “mentoring”, frente al “coaching”, así como el de Raúl Martínez, profesor de tai chi, centrado en las posibles aportaciones cognoscitivas de los procesos intuitivos. Muy interesante es lo que escribe Agustín Iglesias, dramaturgo y director artístico del Teatro Guirigay, sobre El pícaro Ruzante (un espectáculo nacido dentro del marco del Círculo Ibérico, estructura de compañías profesionales de España y Portugal, creada hace dos meses). Tras las páginas de creación, suscritas por varios componentes del Taller Club Literario Madreselva (Raúl Martínez, Carmita Chacón, Claudia Vázquez, Antonio Garfia y Olga Alfonso), el director analiza la obra La habitación de Nona (Barcelona, Tusquets, 2015), conjunto de relatos al que da nombre el primero, con los que Cristina Fernández Cubas obtuvo el premio Dulce Chacón 2016. Para concluir con buen sabor de boca, Helioro del Campo propone su receta para elaborar carne de membrillo.
El ejemplar de Madreselva se vende al módico precio de 1 euro. Para quienes opten por leerla on line o enviar colaboraciones, se ofrece la dirección electrónica : revista madreselva@gmail.com