El 16 de julio de 1927, en el Noticiero de Cáceres, Alfredo Fuentes, secretario de la Cantina Infantil de Garrovillas, publicaba un obituario que comienza así: “La más dolorosa contrariedad campea en esta villa. Aquel hombre bueno y caballeroso, el hombre que ponía al servicio de todos y cada uno de nosotros lo mucho que valía y tenía, el hombre de extraordinaria cultura, de exquisita amabilidad, el hombre abnegado, diligente y amable, el hombre corazón nos ha abandonado para siempre”.

Pese a tan sentida necrológica, el nombre de Florencio Breña Rubio (1888-1927) ha permanecido oculto durante casi un siglo. Salvador Valle Julián lo recogía elogiosamente en las páginas de su libro Garrovillas de Alconétar. Personajes en su historia (2015), estudio que tuve el honor de prologar. Con la publicación de esta biografía, queda rescatado del olvido un personaje que, si muerto al inicio de su madurez, dejaba tras sí suficientes testimonios para justificar el subtítulo del trabajo: “Espíritu crítico y conciencia social de un reformista”.

En sus más de trescientas páginas, el autor consigue documentar las labores realizadas por Florencio Peña; definir sus opciones ideológicas y exponer cuánto le dolía al joven abogado cacereño los males de su patria chica, vale decir, los de Extremadura toda e incluso los de la España rural de la época, para los cuales proponía los remedios oportunos según sus peculiares análisis.

Norberto Díez González (Salamanca, 1945) ingeniero de Caminos, especialista en proyectos de carreteras y ferrocarriles, miembro directivo del Club Senior de Extremadura, ha publicado numerosos estudios profesionales, con especial atención a los puentes sobre el Vado de Alconétar, y el libro Fray Juan de Garrovillas. La aventura de los franciscanos en Oriente (Madrid, Beturia, 2017), reseñado por nosotros en HOY. N. Díez está casado con la eminente científica Pilar Pérez Breña, exjefa de Virología del Centro Nacional de Microbiología, nieta del prócer aquí biografiado. A partir de los viejos papeles que se guardaban en el domicilio familiar de Garrovillas (apuntes manuscritos, recortes de prensa, programas de actividades, resúmenes de lecturas, cartas, esquemas de intervenciones públicas), casi todos reproducidos en el apéndice), más las oportunas pesquisas por hemerotecas y archivos, va estableciéndose el periplo existencial de un hombre estrechamente vinculado al territorio que lo vio nacer…y morir. Para contextualizarlo, Norberto Díez contó con la ayuda explícita de su buen amigo Juan Montero Vicenti, a quien se deben los apuntes históricos adjuntos.

Florencio Breña se nos aparece como un intelectual de sólida formación, adquirida en la Universidad de Salamanca, donde conoció a Unamuno y tuvo como profesor al gran Pedro Dorado Montero, uno de los grandes juristas españoles, próximo al krausismo y la Institución Libre de Enseñanza, bien relacionado con Pablo Iglesias y Julián Besteiro, comprometido con las causas sociales sin abandonar la fe católica. La mantuvo también el cacereño, convencido de que las enseñanzas de la Rerum Novarum, la famosa encíclica de León XIII (“el papa de los obreros”) constituyen la fórmula para poner fin a las tremendas injusticias de la época sin tener que recurrir a los movimientos revolucionarios (que, vaticina, resultarán inevitables si los poderosos no se deciden a compartir sus riquezas). De ahí los esfuerzos de Breña por consolidar el Sindicato Católico, además de combatir explícitamente el menosprecio hacia el campesinado. Pero quizás lo que más le preocupó fue que se establecieran en la región carreteras y ferrocarriles estratégicos.  Tal vez eso explique su apoyo al Directorio de Primo de Rivera, esperanzado por los proyectos de obras públicas que el General impulsaba. Ninguna para él más importante que la de restablecer el puente sobre el Tajo, ese terrible roto en la Vía de la Plata. Presionó cuanto pudo ante instituciones, autoridades, prensa y particulares, pero fallecería poco antes de poderlo ver. Según los periódicos, el cortejo fúnebre fue una impresionante manifestación de duelo.

El libro lleva prólogo del periodista José Julián Barriga Bravo, presidente del Club Senior y académico de la RAEX; una presentación de Salvador Valle y las palabras introductorias de Pilar Pérez Breña.

Norberto Díez González, Florencio Breña Rubio (1888-1927). Espíritu crítico y conciencia social de un reformista. S.l. (Garrovillas), autoedición, s.a. (2021).