El Ayuntamiento de Almendralejo, que convoca el premio de novela “Carolina Coronado”, tuvo a bien designar para la edición de 2021 un jurado constituido exclusivamente por escritoras: se estaba entre el II centenario del fallecimiento de la titular del concurso, allí nacida, y el Año Internacional de la Mujer. Espido Freire, Pilar Galán, Susana Martín Gijón, Jimina Sabadú y Care Santos, convocadas para la ocasión,  decidieron premiar la obra Revolution, obra en la que no aparece ningún personaje femenino de cierta relevancia.

El protagonismo recae sobre Mario Yerro (dos metros de alto y uno de ancho),  brillante y animoso doctor en Zoología dedicado defender la fauna en peligro,  miembro de la BAUN (Agencia de la ONU encargada de defender la biodiversidad) a quien ya conocíamos por anteriores entregas de la saga que el autor comenzase con Yeti.

López del Oso (Madrid, 1974) domina bien los mimbres del cesto. Licenciado en Biología, especialidad de Genética, viajero contumaz, ha venido dedicándose a la divulgación científica a través de la prensa, radio (ahora, en La Escóbula de la Brújula) y los ensayos (v.c., La Sexta Extinción, sobre la crisis ecológica). Recordemos que en su penúltimo libro, El legado del oso (2020) abordaba el espíritu  taumatúrgico que distinguió a su padre, un “cazador de misterios”.

De todo ello hay mucho Revolution. Si bien es verdad que el término se aplica a procesos radicales de numerosas áreas, que ven subvertido el estado de cosas precedentes (astronomía, genética, fuentes de energía, comunicaciones, usos y  costumbres), su uso más extendido está en el campo de los fenómenos sociales.  Así ocurre también en esta obra.

Tres un breve periplo por Providencia, isla colombiana, para perseguir el tráfico ilegal de tortugas carey, con grave riesgo de su propia existencia, Yerro se inmerge en otra aventura mucho más fascinante: localizar a Nick, otro joven zoólogo que se ha perdido en las selvas pantanosas del siempre convulso Congo mientras trataba de establecer el código genético de los elefantes enanos con colmillos rosas (objeto de otro tráfico criminal). Hasta aquellos territorios semivírgenes se dirigirá nuestro héroe, encontrándose con que allí está desarrollándose una revolución sociopolítica (con oscuros, pero indudables intereses crematísticos). La dirige “El Comandante” (grado militar prototípico del insurrecto), cuyas polémicas actuaciones condicionarán todo el discurrir de la novela.

Un auténtico torbellino de acontecimientos, desde los más naturales y comprensibles a otros fantásticos, misteriosos e inverosímiles, en un país desgarrado, deja sin reposo al lector, hasta el sorprendente final. Si Yerro no consigue su objetivo, al menos eludirá las garras del militar sublevado, muerto por un agente representante de las fuerzas ocultas que sobredirigen el mundo. Al héroe, también tocado de una ternura conmovedora, tras fatigas miles y a punto de morir (salvado prodigiosamente por una tribu de pigmeos) se le abren las puertas para odiseas futuras.

Revolution, con su sobresaliente dominio del lenguaje, plagado de tecnicismo, y la desbordante carga aventurera, centrada en la defensa de la ecología, abre campo a reflexiones múltlples: la prevalencia del “apoyo mutuo” (a lo Kropotkin) en la “lucha por la vida” (Darwin); la corrupción de los dirigentes, difundida a todo el cuerpo social ; el camuflaje  de lo crematístico so capas de sublimes (Nation et Liberté, por búsqueda del poder) o el verdadero enfoque de la actividad revolucionaria.

Quizás excesivamente ambiciosa, con tamaña profusión de escenarios y personajes, la novela divierte y enseña, según los propósitos del autor.

Fernando López del Oso, Revolution. Sevilla, Algaida, 2021.