>

Blogs

Manuel Pecellín

Libre con Libros

LA CAUSA DE LAS MUJERES

 

Gisèle Halimi (La Goleta, Túnez, 1927-París, 2020) constituye junto con Simone Veil y Simone de Beauvoir, más conocidas que ellas en España, bien relacionadas entre sí, un extraordinario trío de mujeres lúcidas, valerosas y extraordinariamente comprometidas por el triunfo del feminismo.

Halimi, abogada y ensayista, ha muerto este verano (28 de julio), semanas antes de que apareciese esta nueva obra suya. Se trata de un libro formidable, compuesto en forma de diálogo con Annick Cojean, a cuyas preguntas va contestando sin morderse nunca la lengua. Señálese que la entrevistadora (n. Brest, 1957) es una famosa periodista, reportera de Le Monde, galardonada con relevantes premios, entre otros el “Albert Londres”, que obtuvo por Les mémoires de la Shoah, cinco reportajes realizados para conmemorar el cincuenta aniversario de la liberación de los campos de exterminio nazis.

Debieron conmover, sin duda, a Haleimi, hija de judíos sefarditas, que supo elevar sus intenciones a la liberación no sólo de los de su etnia, sino de las mujeres todas, víctimas del patriarcado omnipresente hasta hoy, de una u otra, en todos los países, religiones y culturas del mundo. Ella misma lo tuvo que sufrir en la propia familia, consciente desde la niñez de cuánto lamentaban sus propios padres haber engendrado una hija en vez de un varón y de cuánto tuvo que luchar para no someterse, con apenas 16 abriles, al matrimonio acordado por los progenitores. En lugar del tálamo nupcial, se arregló para obtener una beca y venirse a París, donde estudia filosofía y derecho, convirtiéndose pronto en abogada famosa. Como tal hubo de intervenir en sonados procesos. Famoso se hizo el de Djamila Boupacha, militante argelina, torturada y violada (1960) por soldados franceses, sobre la que Halimi escribió un libro (Gallimard, 1962, prologado por la famosa compañera de Jean Paul Sartre. Con éste difícil e influyente filósofo mantuvo también la tunecina excelentes relaciones, según se evoca en el libro.

En sus páginas se recuerda así mismo como Halimi nunca dudó en comprometerse con las causas que creía justas. Fue presidenta de la comisión de investigación del Tribunal Russel para los crímenes de guerra USA en Vietnam; el juicio por aborto contra Bobigny (1972); cofundadora del Mouvement Démocratique féminin para apoyar la candidatura de François Mitterrand (no oculta cómo cuánto la decepcionó el presidente socialista); observadora en el célebre Proceso de Burgos (1970) y  creó (1971) el grupo feminista Choisir la Cause des femmes (Elegir la causa de las mujeres), para proteger a las mujeres que habían suscrito el Manifiesto de las 343, en el que admitían haber hecho un aborto. Redactado por Simone de Beauvoir (su obra El segundo sexo nos conmocionaría), vio la luz en Le Nouvel Observateur y comenzaba así: «Un millón de mujeres abortan cada año en Francia. Ellas lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que son condenadas cuando esta operación, practicada bajo control médico, es una de las más simples. Se sume en el silencio a estos millnes de mujeres. Yo declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado .Al igual que reclamamos el libre acceso a los medios anticonceptivos, reclamamos el aborto libre

Giséle Halimi fue una de las firmantes. La que supo defender a dos jóvenes belgas, lesbianas, violadas (1978) por tres hombres en una cala, fue luego elegida, como socialista independiente, miembro de la Asamblea Nacional de Francia y nombrada embajadora de Francia ante UNESCO (1985-1987). Todo ello sin dejar de atender a su propia familia y escribir una impresionante relación de ensayos, rastreables en Internet.

Hija de un rabino notablemente conservador y de una madre afincada en la cultura tradicional, Halimi rechazó pronto la fe religiosa, pero mantuvo hasta sus últimos días el espíritu rebelde, generoso, un punto sarcástico e indefectiblemente libre de los mejores.

Mi gratitud a Lina Caballero, otra mujer de la misma índole, que me ha permitido conocer la obra. Ojalá la veamos pronto traducida al castellano, tal vez en la editorial Periférica. Así se lo sugerido a sus responsables.

 

Gisèle Halimi, Une farouche liberté. París, Bernard Grasset, agosto 2020.

 

 

 

 

 

 

Temas

Blog dedicado a la literatura de Manuel Pecellín

Sobre el autor