El 21 de septiembre de 1936, casi dos meses después del “Alzamiento Nacional”, las tropas franquistas tomaban Jerez de los Caballeros. Bien conocían ya las poblaciones surextremeñas cómo venían gastándoselas los de “Por Dios, España y la Revolución Nacional Sindicalista”. Muy pronto las sufrirían en sus propias carnes tantas personas de la antigua población templaria. Bien puede servir como paradigma victimario la figura de Francisco Jiménez, concejal del Ayuntamiento republicano. La noche de aquel nefasto día, “Paco el de La Columna”, según lo llamaban sus vecinos, empresario de 39 años, consciente de lo que podría ocurrirle, decide huir con otro compañero hacia Portugal. Nunca se ha sabido más de él. ¿Lo fusilaron antes de pasar la Raya, tal vez preso por algún comando de cazadores de hombres (rojos), como los dirigidos por el sanguinario Bosch, un señorito del pueblo, y sus lacayos falangistas? ¿Pudo pasar la frontera, acogerse quizás en Barrancos bajo la protección del valeroso teniente A. Augusto Seixas y desde allí, vía Moura, llegar a Lisboa? ¿Subió después a un ignoto navío, pronto naufragado, o pudo tomar el Nyassa, que lo desembarcaría en Tarragona? Y, si así fue, cuántas nuevas incógnitas posibles: pasar a Francia, combatir en la Resistencia, acogerse a la riada del exilio español por el Nuevo Mundo… Todo son incertidumbres. Ni siquiera se sabe a qué partido pertenecía.

A resolverlas y restaurar su memoria ha dedicado el nieto insistentes pesquisas, que están en el origen de este libro. Paco Oliver (Sevilla, 1964), licenciado en Ciencias de la Información, trabaja para Canal Sur. Autor de crónicas, guiones, artículos y relatos cortos, esta es su primera obra mayor. Para componerla, ha optado por la fórmula que Javier Cercas cultiva con indudable éxito, consistente en la combinación del ensayo histórico, el reportaje periodístico y la narración literaria.

Como fuente principal del primer aspecto, se basa ampliamente en múltiples estudios de Feliciano Correa Gamero, cronista de Jerez de los Caballeros y, sin duda, quien mejor conoce cuanto allí ha ocurrido desde la época medieval a los tiempos actuales. Se ayuda también de los trabajos de Francisco Espinosa, Pepe Hinojosa y F. Javier García Carro sobre la guerra civil en Extremadura. Él mismo ha hecho investigaciones en el archivo municipal y no ha descuidado las escasas fuentes orales aún asequibles, como las deliciosas palabras de la Tía Xica, la última testigo de cuanto ocurriera en el campo de concentración de Coitadinha (Barrancos). Además, pudo disponer del texto Síntesis de las vicisitudes y martirios padecidos por mi familia durante la guerra civil, tremendo testimonio escrito por la jerezana (n. 1921) Dolores Gómez Romero, hija de otro colega de Paco. Si bien los documentos más valiosos son las cartas que éste escribió horas antes de desaparecer y pudo remitir a Amalia, su esposa. Conservadas mimosamente por la viuda, se reproducen facsímiles y transcritas, adjuntándole incluso un análisis a cargo de la experta grafóloga Carmen Peñamedrano.

El autor ha realizado viajes por Jerez y los alrededores a la búsqueda de vestigios que le expliquen la persona y obras del abuelo. Con escaso fruto, pues ya ni subsiste el comercio de tejidos montado por aquel, “La Columna”, nombre que tomó de la que sustentaba la tienda y serviría también para identificarlo en el pueblo. (Las fuerzas ocupantes la arrasaron, llevándose cuanto había de valor y dejando así en la miseria a Amalia y sus hijitas). Tampoco le han servido de gran cosa las consultas realizadas a los profesores Fernando Ayala y Juan García, tan comprometidos con el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica, y a la misma Dulce Simoes, la mejor estudiosa de los refugiados españoles protegidos en Barrancos. Se reproducen las amables, pero inocuas, contestaciones recibidas de los expertos

Por último, Oliver añade sus dosis de literatura, en verdad más bien escasas. Lucen en determinados pasajes, como donde se narra la trágica escena del maestro de la banda municipal obligado a dirigirla, mientras, delante de él, conducen a su joven hijo hasta el paredón de fusilamiento.

El volumen (374 págs.), estructurado en cortos capítulos, se ilustra con preciosos dibujos impresionistas de Miguel Parra, más fotografías de época, varias de la gran Ruth Matilda Anderson. Algún anacronismo aporta su punto de humor (v.c., en Sevilla vendían bolígrafos antes de 1920)

Paco Oliver Jiménez, Paco el de La Columna. Cartas a Amalia. Sevilla, Ediciones Alfar, 2021.