CONCHITO REAPARECE
EL I Premio “Felipe Trigo”, modalidad Narración Corta, lo obtuvo José Joaquín Rodríguez Lara el año 1981 con El Conchito. Ese mismo año, el escritor de Barcarrota (n. 1956) ganaba el XVIII Premio Internacional “Cuentos Lena” con La casa al borde del camino, que no se publicó hasta 1989 dentro de un volumen colectivo. (Lo reeditó el Ayuntamiento de Barcarrota para conmemorar el Día del Libro 2007). Por el contrario, El Conchito vio pronto la luz, en una entrega preciosa (Badajoz, Universitas, 1982) cuya portada preside la imagen de un niño “roto”, fotografiado por el gran maestro que fue el Dr. José María Valero. Le puso prólogo Juan Manuel Rozas, miembro de aquel primer jurado, presidido por Santiago Castelo. Para mí, que también tuve el honor de formar en el mismo, Rodríguez Lara pasó a ser desde entonces Conchito y así he seguido llamándolo hasta hoy.
Joaquín Pérez González, tan tenaz siempre, ha conseguido que la Universidad Popular de su pueblo rescate aquel texto premiado en Villanueva, aunque con un formato más humilde, el mismo de la colección “Altozano” (ya con cinco lustros de existencia y casi medio centenar de títulos). Tiene el acierto de que, tras los saludos del Alcalde, Alfonso Macías Gata, se reproduce el prólogo primigenio de J.M. Rozas y se adjunta una extensa biobibliografía del autor a cargo de J. Ignacio Rodríguez Hermosell, otro de los barcarroteños comprometidos con cuanto dice relación a su lugar de origen.
Rodríguez Lara, cuyas labores como periodistas son notorias, se dio a conocer con La tierra al fondo (Badajoz, I.C. Pedro de Valencia, 1980), poemario al que siguieron las narraciones antes señaladas, también de profundo calado lírico. Es un sello al que no renunciará en entregas posteriores, novelas (Gayola, del Oste Ediciones, 2005; La burra con GPS y otros avíos de comer, ERE, 2014; dramas (Penélope, cautiva de sí, colección “Altozano”, 2017, y Diógenes, el perro, ERE, 2020) e incluso artículos de prensa (el nº 34 de “Altozano”, 111 artículos en “7 días”, recoge una antología de ellos).
A ese aura poética se suman en El Conchito dosis de realismo mágico, sin que se renuncie al retrato sicológico de los personajes (notable el del abuelo campesino) e incluso a la denuncia sociológica, tanto en el pueblo pacense de origen como en la ciudad de acogida. Hasta allí llegó el pequeño, con sus padres sometidos a la diáspora que asoló nuestras poblaciones rurales. El niño procura adaptarse al nuevo hábitat urbano, donde pululan mendigos, manifestaciones y policías. Si bien añora a sus amigos, costumbres y vivencias infantiles, evocadas a menudo con un lenguaje impregnado de léxico agroganadero, entre ensoñaciones o pesadillas.
El doble encontronazo con otro chico, tan estúpido que ni siquiera responde a sus requerimientos de amistad (realmente, es un maniquí), es una de las cimas del relato.
Pronto resulta arrasada por un incendio la chabola donde se El Conchito se acoge con su familia, que perece entre las llamas. Al niño sólo le cabe guardar un puñado de cenizas en el cáliz de una amapola y pedirle a un camionero conocido que la arroje al mar, confiando en que así sus padres regresen de algún modo. Aunque mejor le parece retornar y esperarlos en el pueblo de origen, hacia donde el muchacho decide dirigirse, un duro camino, que recuerda las industrias y andanzas del Alfanhuí ferlosionano, con quien mantiene no pocos parecidos, hacia las dehesas de Coria.Conchito nunca llegará, suspendido el cuento junto a una cuneta inmisericorde. Se ha consumado la tragedia.
Compuesto con estructura segmentada, a base de cortos apuntes, vivos y fulgentes, tesela (como “poemas en prosa” los calificó muy acertadamente el prologuista), de un animado mosaico narrativo repleto de magníficas imágenes, dolorosa alegoría del desarraigo forzoso, El Conchito conserva su brillantez original. En una época marcada por migraciones y exilios de poblaciones masivas que huyen del hambre, las balas, la represión o la falta de oportunidades, mantiene todo su atractivo.
José Joaquín Rodríguez Lara, El Conchito. Barcarrota, Universidad Popular “Hilario Álvarez”, 2023