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Manuel Pecellín

Libre con Libros

                                   SENTENCIAS  POPULARES

 

 

Natural de Mérida y residente en Valdelacalzada, Molina ejerce como profesor de Filosofía en el IES Vegas Bajas de Montijo. Miembro de la Asociación Vecinal Valviense, su presencia es habitual entre los organizadores de veladas culturales, visitas de hermanamiento con otras localidades próximas, representaciones dramáticas, debates y tertulias por toda la comarca. Conoce bien “la voz del pueblo” y es un tenaz coleccionista e intérprete de dichos, tópicos, sentencias, dictados y otras expresiones folclóricas. Figura en esa pléyade de paramiólogos extremeños en la que se recorren siglos, desde Sorapán (Logrosán, 1572-Trujillo, 1638) y su Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua, o Gonzalo Correas (Jaraíz, 1571-Salamanca, 1631), el insigne humanista del Vocabulario de refranes y frases proverbiales, hasta D. Antonio Rodríguez-Moñino (Calzadilla de los Barros, 1910-Madrid, 1970) de Dictados tópicos de Extremadura o el Diccionario geográfico popular de Extremadura.

A este grupo decidió sumarse Molina con, El refranero castellano. 101 Comentarios (Almería, Círculo Rojo, 2022). En la reseña que de dicha obra escribí en HOY (27-XII-25) destaqué la fuente de donde se nutre el género. Los seres humanos, sociables por condición propia, ven inducidos a establecer con sus congéneres relaciones múltiples que deben regirse por reglas más o menos explícitas. A la vez que cuidan de ellos mismos y de los suyos, tienen que enfrentarse a la naturaleza para conseguir los medios necesarios y mantener la salud, según estaciones y fenómenos atmosférico típicos, adversos a menudo. Si, además, creen en seres superiores, procuran ganarse su benevolencia con fórmulas varias.

Todos los pueblos han ido constituyendo así un patrimonio normativo, sabiduría popular que se esfuerzan por trasmitir a las nuevas generaciones. Hasta el descubrimiento de la escritura, ese conjunto axiológico se mantuvo por la literatura oral. Son numerosas las expresiones tradicionales así labradas y que, para su más fácil aprendizaje, suelen utilizar recursos nemotécnicos como los pareados, palíndromos, paranomasias y otros similares, siempre en concisas expresiones. El refrán es sin duda el hallazgo más feliz. Junto a él, otras creaciones lingüísticas con las que a menudo se le confunde, como proverbios, sentencias, aforismos, dictados tópicos, moralejas, o “cantares y decires”.

Esta segunda entrega, donosamente intitulada “Machismos, racismos … y 33 comentarios más”, confirma otra vez el interés que para los pensadores supone su profundo saber popular. Lo puso de manifiesto Antonio Machado en Juan de Mairena (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, donde recogía (1936) colaboraciones suyas publicadas en los periódicos Diario de Madrid y El Sol la revista Hora de España. El imaginado profesor, trasunto del genial poeta, trasmitía a sus alumnos hondos pensamientos sobre la condición humana, la sociedad, la enseñanza, la creación poética y la política de la época, manifestaciones de la filosofía del propio Machado. Según el censor franquista de turno (1947), alentaba en aquellas teselas un «espíritu antirreligioso e inmoral o amoral y contra el dogma católico y consecuentemente para nuestro orden social y político cristiano». Hasta casi un lustro después no se levantaría el veto contra dicha obra.

Enriquecen la de Molina, 263 páginas repletas de comentarios sabrosísimos, con toques de humor entre estoicos y escépticos, textos e ilustraciones . Suscribe el prólogo Julián Camacho Risco.

Es estructurada en cuatro capítulos, destacan en la primera los refranes antifeministas. En la segunda, las expresiones xenófobas, a las que siguen los tópicos sobre las distintas regiones españolas, para concluir con los comentarios en torno a su labor profesional que los colaboradores aportan.

 

-Molina, José Luis, El Refranero español. Machismos, racismos … y 33 comentarios más. Almería, Círculo Rojo, 2025

 

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