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a Academia de Extremadura celebró cuatro Jornadas de estudio, en otros tantos años, sobre el humanismo renacentista, movimiento que tuvo cultivadores tan relevantes como Arias Montano, Torres Naharro, Luis de Toro, Juan de Zúñiga, Galíndez de Carvajal, Micael de Carvajal, Francisco de Aldana, Alonso de Acevedo, Francisco Sánchez El Brocense, Pedro de Valencia, Diego López, Ruy López de Segura, Juan Maldonado o el ya tardío Gonzalo Correas, todos ellos naturales de esta región. Numerosos especialistas, procedentes sobre todo de las universidades de León, Cádiz, Salamanca, Huelva y Extremadura, así como del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), abordaron los pertinentes estudios, que fueron recogiéndose en cuatro volúmenes magníficos, hoy insustituibles para cuantos se interesen por la cuestión. Fallecido prematuramente el catedrático Gaspar Morocho, verdadero alentador de los encuentros, la Academia tuvo a bien elegir otras materias para sus Jornadas anuales. Como dicha entidad proyectaba emprender la reedición facsímil de la ‘Biblia Políglota de Amberes’, inconmensurable obra comandada por Arias Montano (1568-1872), tuvo a bien elegir para el simposio 2007 el estudio de la misma. Ese es el origen del volumen, cuyo contenido pasamos a reseñar.
Lo abre la ponencia de Vicente Bécares, que aborda las numerosas variantes perceptibles en los ejemplares conservados de la Políglota montaniana, la mayor empresa filológica del XVI. Pero el francés Plantino, su impresor, «prototipógrafo» de Felipe II (que pagó los gastos), un católico amigo de célebres protestantes y miembro seguro de la secta ‘Familia charitatis’, no hizo una sola tirada. Más bien, trabajando como «a la carta» (hoy usaríamos el anglicismo «costumizando», según gustos e intereses de los compradores), introdujo tantas modificaciones, materiales y temáticas, que surge inevitable la interrogación: ¿cuál sería el ejemplar ideal que se debería reproducir, caso de que el ambicioso proyecto se lleve a cabo? Bécares expone convincentemente las variaciones formales o tipográficas que ha podido descubrir, dejándonos en las dudas sobre las referentes al contenido. ¿Se debieron éstas, que las hay, a razones de carácter filológico, más afinadas según fue avanzando el tiempo de la edición princeps, o responden a motivos más profundos, acordes con destinatarios pertenecientes al campo católico, al de la reforma o al mundo sefardí? Difícil problema, necesitado sin duda de nuevos estudios.
Emilia Fernández Tejero y Natalio Fernández Marcos, reconocidos investigadores del Instituto de Filología del CSIC, abordan también ese conflicto textual que la Políglota antuerpiana plantea. Proyectada ciertamente como una ‘Biblia de la concordia’, la de Amberes daría lugar a polémicas innumerables. No podía menos de ocurrir, pues en el siglo XVI, por lo que a la Biblia respecta, se daba una gran pluralidad de textos hebreos (por no decir diferentes versiones latinas, con la Vulgata impuesta por Roma). Montano quiso acercarse lo más posible a la pureza de los originales, ayudándose de la tradición rabínica, cosa que muchos no le iban a perdonar. Cómo el de Fregenal no dudaba en acudir a las enseñanzas de la cultura hebrea para conseguir una interpretación fiable de los textos bíblicos, es asunto que aborda el extremeño Luis Gómez Canseco, profesor en la Universidad de Huelva. Ateniéndose al ‘Pentateuco’, demuestra que Montano prefería la hermenéutica literal, frente a los excesos alegóricos de la patrística o la escolástica. Y para esta lectura, nadie como los judíos a la hora de fijar los textos sagrados, por ser los máximos conocedores de la lengua en que mayoritariamente se escribieron. Ellos son los poseedores de los libros más fiables, aunque se pueda sospechar de interpolaciones malintencionadas. Muchos no perdonarían al extremeño su valoración de la Torah.
EL LIBRO
Título: ‘El Humanismo extremeño. V Jornadas’
Autor: AA.VV.
Editorial: Real Academia de Extremadura. Trujillo, 2008