Aunque de origen malagueño, Antonia María Sánchez lleva muchos años afincada en Huelva, donde es profesora de Ciencias Sociales. Ese territorio tartésico, limítrofe con Portugal y al que un domina un Guadiana agigantado antes de fundirse con la mar oceana, es el que la autora habita orgullosamente, las antenas siempre apuntadas hacia los dos fraternales países.
Su pasión por la literatura, leemos en la Biografía de mujeres andaluzas, la indujo a componer la Antología de los Poetas del Guadiana, obra bilingüe que ha venido utilizándose generosamente en los centros educativos de las poblaciones próximas al río. Suyas son también la Antología de los poetas del Algarve-Alentejo y Andalucía Occidental, igualmente en las dos lenguas que Pessoa calificó como hermanas, enriquecida la publicación con ilustraciones hechas por los alumnos de los Talleres de pintura del área municipal de las dos regiones fronterizas, y la Antología de los poetas de Ayamonte. Cabe recordar aquí sus infatigables colaboraciones en diferentes periódicos, sobre todo Baixo Guadiana, y algunos on line, de ambos países, más los “itinerarios didácticos” de las reservas protegidas de Castro-Marín y Ría Formosa, sin omitir su proyecto “Siete leguas río arriba”, para dar a conocer el Guadiana.
Al saudadoso curso , que entra y sale por las dos naciones con la misma facilidad que lo hacemos tantos de nosotros, enamorados de una y otra, cuyo nombre funde resonancias musulmanas y latinas, si el orónimo no nos retrotrae a épocas prerromanas, está dedicada la obra. “Esta antología es un homenaje al río Guadiana y a sus grandes poetas y escritores que vivieron y viven en una u otra margen”, explica el preliminar. Entre los autores cuya colaboración se agradece, sobresale la figura del catedrático Juan Francisco Zamora Cabanillas, fallecido en plena madurez creadora (Badajoz, 2010) y cuya tesis doctoral constituye todavía hoy el mejor estudio de estas aguas.
Poetas onubenses, castellanos, lusos y extremeños se concitan aquí, por voluntad de la autora, para enaltecer un paisaje único, de insuperable belleza. Así lo sintieron y expresaron en bellos poemas a lo largo del último siglo, entre otros muchos, Jesús Delgado Valhondo, Luis Álvarez Lencero, Antonio Zoido, Pedro de Lorenzo y muy especialmente Manuel Pacheco, sin olvidar un gracioso apunte lírico de Carolina Coronado (más enamorada del Gévora).
El volumen se ilustra con excelente fotografías en color realizadas por la antóloga
Vale la pena repetir la oración pachequiana, reproducida en contracubierta:
Padre Guadiana que estás en el suelo,
santificadas sean tus aguas,
ven a nosotros con tu naturaleza
de paz y libertad y no perdones
la incivilización de los hombres
que arrojan veneno en tus orillas.
Líbranos de las sequías y la muerte
de tus árboles y peces, acaricia los cuerpos
que disfrutan de tus abrazos y
no los conviertas en muñecos de cera.
Y líbranos
para siempre de las tiranías,
odios y guerras. Amén.
Antonia María Sánchez Barba, Ese mágico nombre: Guadiana. Huelva, Editorial Onuba, 2017.