>

Blogs

Manuel Pecellín

Libre con Libros

IBN AL-SIND DE BADAJOZ

 

Una nueva aproximación a este singular personaje, del que aún desconocemos tanto, acaba de aparecer en la obra Filosofía y pensamiento espiritual en Al Ándalus (Córdoba, Almuzara, 2017 ), donde se le dedica todo un capítulo. El autor, Juan Antonio Pacheco Paniagua, imparte las enseñanzas de Pensamiento Islámico e Historia del Magreb en la Universidad de Sevilla. Es experto en literatura sufí y un gran conocedor del místico murciano  Ibn Arabi.  Entre sus numerosas publicaciones recordamos Extremadura en los geógrafos árabes (Badajoz, Diputación, 1991).

Ibn al-Sind (1052-1127), al que ya sus coetáneos llamaban “al-Bataliusí”, “el badajocense”, por su lugar de nacimiento, vino al mundo y se formó bajo el gobierno del aftásida al-Muzzafar. Como los otros reyes taifas de la Península, tan enfrentados entre sí, el de Badajoz gustaba ejercer el mecenazgo con los artistas.  Ibn al-Sind debió encontrarse a gusto en su corte, tolerante y relajada, hasta que la proximidad de los almorávides, fundamentalistas aguerridos, debió inducirle a refugiarse en lugares más seguros.  Según alguno de sus biógrafos, habría marchado primero a Valencia; otro, Ibn Jaqán, lo sitúa en Albarracín, como secretario del rey ben Razín.  El mismo estudioso lo presenta después en Toledo, que se había convertido en un foco de cultura bajo el reinado de al-Mamún. Los años últimos los habría pasado en Zaragoza y Valencia,  ejerciendo como lógico, gramático y pensador, sin olvidar sus aficiones poéticas.

La máxima contribución al conocimiento de este sabio andalusí siguen siendo la edición en castellano que Asín Palacios hiciese de El libro de los cercos (Madrid, 1940). (Al parecer, en el Museo de El Cairo figuran manuscritas varios ensayos de Ibn al-Sind). Los apuntes que le dedican Miguel Cruz Hernández en su valiosa Filosofía Hispano-Musulmana (1957) y las referencias del extremeño Salvador Gómez Nogales, presidente de la Asocación Islamo-Cristiana,  en estudios como La filosofía musulmana  y su influencia  determinante en el pensamiento medieval de Occidente (1969) contribuyen a perfilar la filosofía del aftasí.  De todo ello me hic eco en las páginas que a Ibn al-Sind dediqué en mi estudio Pensadores extremeños  (Badajoz, Universitas, 2001).

Juan Antonio Pacheco expone la polémica desarrollada por los filósofos musulmanes del Medievo sobre las relaciones entre gramática y razón (trasunto, en realidad, del problema sobre la posible armonía entre fe y ciencia). Afecto a las tesis del neoplatonismo, interpretadas según la inspiración geométrica de los pitagóricos, Ibn al-Sind concibe la filosofía como la búsqueda de la Verdad (teológica) y entiende el Universo, regido por el número,  como el fruto evolutivo desde la Unidad Divina a la Multiplicidad. Así se entiende que proponga incluso una demostración matemática de la existencia de Dios. Según él, la persona humana, sello final del proceso evolutivo, es un auténtico microcosmos, capaz de conducirse epistemológicamente en dos direcciones: ascenso al Creador y descenso a la naturaleza. Tal vez el más capacitado para ese ejercicio sean los iniciados en la mística (sufí). Son tesis que encontrarán eco en la filosofía moderna occidental.

 

Juan Antonio Pacheco, Filosofía y pensamiento occidental en Al-Ándalus. Córdoba, Almuzara, 2017

Temas

Blog dedicado a la literatura de Manuel Pecellín

Sobre el autor