Foto: RAFA CASAL | MARCA
Ayer probablemente disfrutamos de uno de los más placenteros espectáculos que otorga el otrora veces rácano mundo del fútbol. Todos los jugadores que ayer disputaron minutos sobre el campo demostraron su clase y profesionalidad, y a la postre por qué pertenecen a los dos mejores equipos del mundo.
Está claro que Mourinho es un gran entrenador, y que no tropieza dos veces con la misma piedra. Una vez contra el Barsa le metieron 5-0 pero aprendió la lección. No comprendo las voces en contra del planteamiento de su juego que ha conseguido derrotar al mejor equipo del mundo. Algunos quieren compararlo con el desplegado por la selección holandesa en la final del pasado mundial contra España, pero ni punto de comparación.
Aunque Pepe ya ha jugado en puestos más ofensivos con su selección ha sido un acierto adelantarlo al centro del campo para ayudar a contener al innegable talento de los medios del Barsa, y otro acierto sin duda ha sido la invención de utilizar a Ozil como falso 9. Quizás el extraordinario medio alemán no tuvo su mejor noche, pero es que no resultaba tarea fácil resistir el intenso y duro esfuerzo físico que supuso tan reñida final.
La primera parte perteneció por completo a un Real Madrid que perdonó hasta tres ocasiones claras de gol. Los primeros 25 minutos de la segunda, tras el lógico bajón de intensidad en la presión en el centro del campo fueron del F.C. Barcelona, quien si no hubiera sido por Casillas seguramente se hubiera adelantado en el marcador. A partir de entonces el partido se convirtió en un intercambio de ocasiones, en las que un Real Madrid, que quizás pudo tomar algo de aire en los minutos de dominio del Barsa, parecía contar con más fuerzas de las que en un principio se le suponían.
Foto: VICENTE RODRIGUEZ | MARCA
Poco antes de llegar al descanso de la primera parte de la prórroga, Marcelo y Di María sorprendieron con una jugada formidable, que culminó Crisitiano con gran testarazo, y en la que Pinto, inmenso en todo el partido, poco pudo hacer.
De corazón pienso que ayer ganó el mejor equipo, y ojalá me equivoque pero es probable que tal mazazo pueda ayudar a despertar a un Barcelona para la semifinal de
Foto: JOSE ANTONIO SANZ | MARCA
Excelente espectáculo el de ayer, en el que todos ganamos, muy especialmente los aficionados al buen fútbol, pero la verdad, por mucho que pueda doler, es que lo cierto es que quien ayer ganó fue irremediablemente el mejor, y por ello brindo con mi mejor LOCH LOMOND. Aún faltan dos partidos que prometen ser tan increíbles y emocionantes como el de ayer, pero pase lo que pase, gane quien gane, a los madridistas que nos quiten lo “bailao”.