1.
Fue lo primero que dijo al despertarse.
Qué puta mierda de lluvia.
Por una vez había que darle la razón. Qué puta mierda de lluvia.
Habíamos tenido un tiempo estupendo.
Estaba claro que se nos había chafado el partido.
Me parece que vamos a tener que conformarnos con el Tetris.
Yo le río la gracia y pienso que lo que ha dicho nada más despertarse resumía lo que sentíamos todos. Sólo había que fijarse en la cara del Melenas. Siempre fumando. Y con lo de encestar unas canastas encuentra una motivación. Y luego la lluvia. Y se acabó.
Desde luego esta lluvia nos ha jodido a todos.
Prefiero no pensar en eso. Está el Tetris además.
2.
Con Leandro he hecho las paces. Le he dicho que se cambie de nombre un millón de veces. Leandro. Pero dice que cuesta dinero y que no le da la gana.
Le agarré del brazo porque lo veía venir. Eres un bruto, me dijo. Pero qué quería que hiciera. Me había prometido que si iba a la fiesta me avisaría. Y yo le había prometido lo mismo. Qué iba a hacer. Leandro se fue sin mí y yo le esperé a que saliera y le agarré del brazo. Hoy hemos hecho las paces, pero no quiere jugar al baloncesto porque no se fía. Sólo me faltaba eso, me ha soltado. De todas formas con esta lluvia de mierda.
3.
Que sí. El Melenas dice que el Tetris le parece una mierda. Que le da sueño. Como contar ovejitas, nos ha dicho. Sólo jugamos La Ramona y yo. La Ramona es Ramón, pero le decimos La Ramona porque un día se empeñó en ponerse unas bragas de la madre de Pedregosa, otro que bien canta, y una cosa llevo a la otra. Pedregosa es legal y todo eso aunque a veces se le vaya la pinza. La semana pasada sus padres llamaron a la policía porque Pedregosa no venía a comer desde hacía tres días. Lo encontraron pescando. Estaba tan pancho. Pedregosa se echaba a dormir y esperaba a que picasen. Qué iba a saber él que lo estaban buscando.
La Ramona tiene el récord en el Tetris. No hace otra cosa, así que no sé de qué me extraño. Ramona, ¿te vienes a jugar? No, que estoy terminando una partida. Y así.
4.
Sigue lloviendo.
¿Es que no va a parar nunca? Desde luego yo diría que no.
El Melenas le pega una patada al balón y se tira en la cama. Me pregunta si quiero fumar. Que fume lo que quiera. Que a mí no me meta.
He salido a la calle. Paseo por el barrio, con las manos en los bolsillos. Hay unos niños arreglando un patinete con motor. Cuando paso al lado de ellos le pego una patada a la caja de herramientas. Uno de los niños se pone de pie. Es casi tan alto como yo. Pero no hace nada. Me mira y no hace nada porque sabe lo que le conviene.
5.
Entro en casa. La Ramona sigue pegado a la videoconsola. Puto vicio. Le digo que ya se puede ir largando. La Ramona sale de la casa. En la calle me dice que estoy loco. Le pego una patada a la puerta. La puerta cruje, mis dedos crujen. Creo que me he roto el pie. Aguanto.
Llueve.
Llueve.
Mañana saldré temprano y compraré algo para el dolor. Me toco los dedos del pie. Se han hinchado. El calcetín está manchado de sangre. La uña del dedo gordo está morada.
La culpa es de la asquerosa lluvia que no me deja pensar.
Le pido al Melenas una calada. ¿Esto me relajará?, le pregunto. Me dice que totalmente.
6.
Trabajo en mi puzzle. Hay dos figuras. El hombre la besa a ella. Ella está como corriéndose de gusto. Tiene los ojos cerrados. El tipo parece un guerrero que vuelve de la guerra. O de follarse a alguna. Están los dos como envueltos por un edredón de flores y rectángulos. Blancos y negros. Se están besando y yo no encuentro la mano de ella.
7.
Un coche rojo cruza la calle. Es un coche grande que desentona en este barrio pobre.
Los vecinos están friendo chuletas en el jardín. Han puesto el toldo y les importa un carajo la lluvia. Se comerán sus chuletas. A ver si revientan.
No veo a la hija de los vecinos. Debe estar dándose el lote con el novio.
Me hago una paja pensando en su culo.
8.
La Ramona llama a la puerta y me dice que quiere comprarme la consola. ¿Cuánto me das?, le pregunto. Me enseña un billete arrugado de veinte euros y dos billetes nuevos de diez. Le doy la videoconsola y me quedo con el dinero y su gorra desteñida de los Knicks.
Parece que está dejando de llover.
Desde luego esta lluvia nos ha jodido a todos.
El Melenas ya ha empezado a fumar.
Prefiero no pensar en eso. Además, está el Tetris.
No, el Tetris ya no está, me recuerda El Melenas.
Este maldito sol no traerá nada bueno.