Pacorro fuma como un carretero Ducados negro. Aficionado del Real Madrid y de la fotografía cofrade.
Su presencia en las procesiones, inoportuna y anárquica, siembra el desconcierto del público. Pacorro solucionó el problema hace unos años pinchando en su chaqueta una cartulina con su nombre y en mayúsculas su contraseña: PRENSA. No se pierde una procesión con su cámara réflex y una radio antigua.
Mañana de Domingo de Ramos. La banda interpreta el himno nacional en la Gran Vía, un Ducados. Gol del Cacereño.
Por la tarde, la cruz parroquial de Santiago llega a la plaza mayor. Son las ocho, el Real Madrid falla un penalti, la Misericordia pesa el doble porque la Liga se escapa. Cae otro Ducados. “Cuidado, no me quemes la túnica.” “¡Calla! Está todo controlado!”
Martes Santo. Noche cerrada en la Plaza de san Juan. Un Ducados y una sonrisa. El Real Madrid pasa a la final de la Champions.
Miércoles Santo. Mismo lugar y misma hora. La Esperanza enfila la puerta ojival. Un Ducados para celebrar que el Milán ha eliminado al Barça.
Jueves Santo. Jesús reza en el olivar. Interferencias en la radio. Otro Ducados.
Domingo de Resurrección, Plaza Mayor. Globos, palomas y aplausos. ¡Cristo ha Resucitado! El Cacereño empata en casa y no levanta la cabeza. Nunca llueve a gusto de todos…