A Paqui le gustan los colores, las últimas tendencias, las revistas de maquillaje y las modas más chic, cool o fashion. Por eso también le gusta la Semana Santa. Su sentido de la divinidad es un tanto vago y no tiene antecedentes familiares cofrades.
Con catorce años, apasionada por los colores, las tablas bien planchadas, los cíngulos de lana y la colección de medallas, empezó a salir en cofradías, con el beneplácito de unos padres que ahorraban en sarga y terciopelo lo que antes gastaba su hija en peluquerías.
Sábado de Pasión, a elegir, verde primaveral o tendencias negras otoñales. Blanco y morado el Domingo de Ramos, tonos de contrastes con una palma dorada. También morado y amarillo, un toque electrizante. El Lunes rojo, negro y amarillo, una combinación magnífica con la limitación del verduguillo. Ahorro en peluquería. El martes de negro y morado, brillo y ventolera. Y el miércoles de negro, sólo falta la mantilla. El jueves de rojo terciopelo y blanco, elegante y mañanero. La tarde cae de morado, con unos toques rojizos muy de la Pasión. El viernes a elegir, azul y negro o negro y blanco, ambas combinaciones ideales para el pardo de los ojos. El Domingo de Resurrección, vuelve el blanco, con pendientes y pulseras doradas, resaltando el moreno. Qué ganas de verano…