>

Blogs

César Rina

Semana Santa en Cáceres

La mística de la trompeta

Pacorro comanda un ejército disciplinado de bombos y trompetas. Entrenan todo el año para la batalla de las batallas, aquella que dirimirá el destino de la banda.

Durante meses, Pacorro y sus cachorros aspiran todo el frío que existe en una perdida plaza. Sangran, curan ampollas y soportan las finas orejas de una ciudad que no aguanta el sacrificio para sus cosas de Semana Santa.

Pacorro tiene a sus músicos perfectamente instruidos para la batalla: chaqueta almidonada, buena siesta y gorra desempolvada. Sin embargo, sabe como nadie que muchos de sus componentes no resistirán el embiste de las cuestas, de los solos, de las marchas infinitas, de los pasos jadeantes y de las madrugadas de autobús. Sólo puede confiar en que el prodigio que se manifiesta en el florecer de la piedra alcance a ese grupo de jóvenes músicos insistentes.

Y llega la primera, la segunda, la tercera procesión, y los místicos de la trompeta empiezan a caer, se desgajan los dedos de las baquetas y lo que era un ejército perfectamente alineado y uniformado empieza a parecerse más a un queso de Gruyère.

Los últimos, los elegidos para la gloria de la música procesional, se consagran entre sus compañeros. Aguantaron la Semana de Dios. Comienzan de nuevo el año del dolor.

¡Ay, Adán! ¡Ay, Eva!

Fuente: Alberto Mateos Medina - www.caminodeemaus.net

En la Semana Santa de Cáceres confluyen historias, tradiciones y cualidades de la más acentuada complejidad. Tratar de comprenderla desde el prisma religioso o turístico significa, cuanto menos, obviar la intrahistoria de la fiesta. El historiador César Rina Simón, amante de la Semana Santa Cacreña, nos ayudará a disfrutar de todos los colores del caleidoscopio.

Sobre el autor


abril 2014
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930