Como ahorrar para los imprevistos. Y ponte las pilas porque esos anuncios de créditos rápidos son cuentos y ya sabes que lo que no son cuentas…
Veíamos la semana pasada que cuesta arriba se nos presenta el mes de Septiembre con los colegios, las tarjetas de vuelta del verano, y los imprevistos iniciales del nuevo curso. Ahora toca saber como ahorrar para los imprevistos que puedan llegar en cualquier momento.
Nunca es fácil ahorrar, pero el otoño es más corto de cara al ahorro de lo que parece. Septiembre no cuenta. Venimos con el gasto algo descontrolado del verano y la vuelta al cole. Octubre si acaso, de recuperación. Noviembre de todos los Santos, y ya estamos en Navidades, y otra vez a gastar.
Lo primero es saber para qué queremos ahorrar. No es lo mismo el ahorro destinado a descargar las tarjetas de cara a las compras de Navidad, lo cual no es ninguna mala idea, que prepararnos para la compra de un electrodoméstico, una necesidad familiar o un coche.
Así que, reflexión y decisión. Para qué vamos a ahorrar. Todos los objetivos a la vez son difíciles. Quitarnos tarjetas, ahorrar para el coche, y además arreglar la cocina es complicado así que lo primero es compartimentar en función de las autenticas necesidades, pero si no lo tenemos claro, ahorrar para los imprevistos no es una mala opción.
La realidad es que es más fácil de lo que parece. De hecho, los llevamos en la cabeza. Sabemos que ese empaste que no está bien acabará en un implante. El coche que falla en el taller y el lavavajillas con 10 años en poco, terminará su vida programada por los fabricantes para que te compres otro.
Así que, en función de los problemas que calculemos, número de miembros de la familia, situación personal de ellos, y las necesidades que sabemos van a surgir deberemos calcularnos un fondo de emergencia de entre tres y seis meses de gastos normales.
Parece muy fácil, en una cuenta corriente o de ahorro. Pero no. Nos confiamos y solemos “enrredar” con el ahorro. Este ahorro de imprevistos no es para que nos dejemos convencer en nuestra entidad bancaria que, como la bolsa está subiendo, es el momento de invertir un poquito, aunque sea en renta fija.
Ni tampoco establecer fondos de inversión ni siquiera a corto plazo. Porque la endodoncia o las gafas rotas del niño no esperan, y todos esos préstamos rápidos que te ofrecen te “desperrarán” a base de intereses. O si lo sacas antes de tiempo, y siendo para imprevistos seguro que sucede, las comisiones de cancelación pueden hacer que hasta te cuesten más que lo que ibas a ganar.
Así que en una cuenta de una entidad no habitual, y de la que no tengas ni tarjeta de debito. Es la cuenta de ahorro de imprevistos, así que no la necesitas.
Pero como lo cortés no quita lo valiente, sácale algo de rentabilidad. Hay productos sin penalización y al alcance de ahorro pequeño.
Piensa qué te puede surgir. Calcula entre tres y seis meses de gastos normales para este ahorro. No te arriesgues con los productos bancarios de ahorro y en la obtención de algo de rentabilidad , cuidado con las comisiones de cancelación. Y ponte las pilas, porque esos anuncios que te dicen que están ahí para créditos rápidos no son para que ganes dinero tú, sino la entidad, así que no te engatusen con cuentos que ya sabes que lo que no son cuentas…