'El Eunuco' da récord histórico al Festival de Mérida
El Festival de Mérida marca un hito histórico con su séptima representación, ‘El Eunuco’ que se convierte en el montaje con la media por sesión más alta de la historia del certamen. Con 3.060 espectadores de media, lleno absoluto en las 5 representaciones, alcanza el podium que hasta ahora ostentaba ´Lisístrata’.
En la LVI edición sorprendió el dato de espectadores de la obra protagonizada por Paco León. En total, 29.346 personas con una media de 2.934 personas diarias, que convertían a ‘Lisístrata’ en el montaje con mejor asistencia media y con el estreno más concurrido. ‘El Eunuco’ de la LX edición, no superará los datos totales, pero porque se programa la mitad de días que su predecesora. Pero sí la supera en asistencia media.
La dirección del certamen, ante la avalancha de peticiones, ha tenido que aumentar el aforo con nuevos palcos y espacios en el ‘gallinero’, para poder poner a la venta 3.060 localidades diarias que ya están agotadas. Por lo que se convierte en la obra más vista de media de toda la historia del Festival.
LA OBRA:
Comencemos por los secundarios. Porque todo buen montaje que se precie debe caracterizarse por sus secundarios, que lo completan, dan sentido y hace que el engranaje de la historia fluya al mismo tempo que los gustos del público. Y así es: Jordi Vidal, María Ordoñez y Jorge Calvo son las manecillas del reloj que permiten que el ritmo de este montaje disparatado, con aire a vodevil, funcione y marque los tiempos perfectamente. Sus interpretaciones dan calidad al desarrollo de la trama, y lo que es más importante: credibilidad, puesto que en ningún momento vislumbras que actúan. ¿Son realmente así? No lo sabemos…pero demuestran un control del espacio escénico tremendo, y unas características interpretativas de papel principal.
Y con este sustento ‘El Eunuco’ funciona desde el monólogo de Thais, Anabel Alonso, que está sublime. Se consagra como una de las mejores cómicas de la escena española, llenando sola, por varios minutos, con un monólogo que ya te sitúa en el montaje, un escenario tan complejo como el Teatro Romano de Mérida. Esos retazos por sí solos ya la convierten en una de las grandes. Bienvenida de nuevo a tu escenario.
La historia de Pep Antón Gómez es una locura desde su concepto. Basándose en la obra de Terencio actualiza vestuario y lenguaje, con la ayuda de Jordi Sánchez en la versión, para conectar con el público del 2014. Y con estos mimbres, se entrelazan varias tramas que finalizan todas juntas en una palabra: AMOR…¡Qué hay más loco que el amor! Y por amor, sexo, pasión, lujuria…los protagonistas de esta comedia conectan con el público que les devuelve su esfuerzo en forma de constantes aplausos.
Uno de los puntos débiles sin duda, es la iluminación. A pesar de las dificultades que entraña iluminar el espacio del Teatro Romano, se les ha olvidado el propio teatro, centrándose en la boca, que reducen al centro de la escena e iluminando como si de un teatro a la italiana se tratara. Todo preparado para una gira, que sin duda llevarán con éxito con el respaldo de la respuesta del público de Mérida.
Comedia, sin más pretensiones. Eso es ‘El Eunuco’. Con un soberbio Pepón Nieto en uno de sus papeles más disparatados de cuántos se le recuerdan. Él soporta el peso del montaje en varios actos con una maestría actoral increíble. Con pausa, sencillo y provocando las mayores carcajadas de los 3.000 asistentes.
Y la guinda la pone la música de Asier Etxeandia y Tao Gutiérrez . Todo lo que ‘huele’ a Asier en Mérida siempre ha sido bueno…Aún le recordamos su papel en ‘Medea’. Y ahora compone junto a Tao una banda sonora disparatada, con melodías que nos recuerdan a las comedias románticas americanas. Y con unas letras e interpretaciones de las mismas, a la altura de una de las comedias más divertidas de cuantas han pasado los últimos lustros por el Teatro Romano de Mérida.
Con esta guisa sólo me quedan ganas de que programen juntas, en algún teatro español a ‘Los Gemelos’ de 2013 y a ‘El Eunuco’ 2014 para que nos ayude a todos a olvidarnos de los malos asuntos y reírnos sin más pretensiones. Antonio Pagudo, Marta Fernández, Alejo Sauras y Eduardo Mayo están más que a la altura de un montaje que traerá muy buenos resultados a sus productores, y al público que lo disfrute por ende, allá donde vaya.