En el post anterior hablábamos de la Segunda Oportunidad a los pymes y autónomos, pero hay un elemento fundamental en esta ecuación. El acreedor bancario y ahora toca decirle que no es el final de su camino en la relación con su cliente en apuros.
La incertidumbre financiera se ha vuelto un desafío constante. Cuando una pyme enfrenta problemas de tesorería, puede parecer el final del camino. Pero la Ley 1/2025 no es solo otra norma; es una herramienta clave de rescate.
Para los directivos de banca, entender su verdadero alcance es fundamental. Esta ley cambia las reglas del juego y abre una nueva vía para la segunda oportunidad.
La legislación anterior se centraba en la liquidación de las empresas. Y esta es la gran diferencia que la Banca tiene que entender. En otros países ya hace tiempo que lo vieron. La insolvencia inmediata o temporal no es el final.Es la oportunidad para relanzar un negocio que está atascado en la pesadilla de una tesorería mal gestionada.
Esta nueva ley, en cambio, apuesta por un enfoque preventivo y busca soluciones negociadas. Su objetivo principal es claro:
Para el sector bancario, esto no es solo una ayuda a las pymes, es un beneficio directo. Permite una mejor recuperación de créditos a través de acuerdos viables, que son mucho más efectivos que los procesos de insolvencia tradicionales.
Y no digamos para pymes bloqueadas en su tesorería, sin bienes, sin posibilidad de facturación y como única salida, las garantías de sus avalistas. Solución que nunca satisface a ninguna de las partes.
Solía verse la insolvencia de una pyme como una pérdida segura. La Ley 1/2025 cambia esta perspectiva. Permite que las empresas reestructuren su deuda y sigan operando, convirtiendo a un deudor en un socio a largo plazo.
Y Banco, no te olvides de algo importante. Si tu cliente consigue que le apruebe el juez mercantil sin negociación previa contigo un plan de reestructuración financiero-juridico… te lo vas a comer. Se inteligente, negócialo antes de su presentación. ( y te cuento que después de muchos informes Finaciero-Juridicos hechos para Segundas Oportunidades y Reestructuraciones, en pocas ocasiones, salvo super-empresas se persona un Banco con la finalidad de negociar el plan).
El éxito con la Ley de Segunda Oporutnidad depende de la velocidad, algo de lo que los Bancos suelen carecer en estos asuntos. Como Banco debes saber reconocer las señales de alerta.Y te recuerdo, están en tu terminal todos los dias a las 8:00 am.
En lugar de esperar a que sea demasiado tarde o tener al cliente engañado con la cantinela de “págame estas cuotas pendientes y ya vemos que hacemos”, puedes proponer una renegociación de la deuda. Es en esta etapa, con tu conocimiento financiero y legal, donde tu valor se vuelve incalculable.
Porque si dejas que el cliente tome el control y tenga contratado su asesoramiento Juridico-Financiero,. En 60 días tendrás aceptada la demanda de Segunda Oportunidad encima de la mesa y dejarás de tener poder de negociación sobre tu cliente y tendrás que hablar otro idioma. Ahora manda el juez con el plan presentado por la pyme y salvo en Reestructuraciones de pymes realmente grandes, nunca he visto que el juez cambie ni una coma de un plan presentado con logica financiera y juridica.
La Ley de la Segunda Oportunidad no es solo un marco legal; es una herramienta para el liderazgo. Dominarla te permite como Banco ir más allá de la gestión pasiva del riesgo y convertirte en un socio estratégico para el crecimiento de las pymes.
Proteger la cartera es importante, pero proteger el futuro de las empresas es lo que define a un líder que compromete para siempre a sus clientes. ¿Estás preparado para tomar ese rol?