Si hay algo que tienen casi todos los pueblos extremeños son moras encantadas. Y también gallinas. Y a veces las dos juntas. Algunas pueden desencantarse, y otras no, como la “Mansaborá”, la princesa mora hija del Caid de Cáceres, que se enamoró de un capitán cristiano al que daba acceso al alcázar por una galería […]