La importante decisión de la Audiencia Nacional de reconocer el derecho de los funcionarios a compartir el periodo de lactancia sienta un precedente y marca el camino a seguir a todas las Administraciones públicas del Estado.
Pero no sólo afecta a los empleados públicos si no que también puede beneficiar a los trabajadores de la empresa privada. Gracias a este auto judicial, a partir de ahora cualquier otro trabajador, en las mismas condiciones, esté su pareja trabajando o no puede pedir este permiso de lactancia y se le tiene que reconocer.
La lactancia debe considerarse como un tiempo de cuidado en favor del hijo y por lo tanto, una medida conciliadora de la vida familiar y laboral.
Desde este momento, gracias a esta resolución judicial, en la Función Pública y previsiblemente en la empresa privada, se desvinculará el permiso de lactancia del hecho biológico de dar el pecho, entre otras cosas, porque hoy en día la lactancia natural se puede sustituir por un biberón de leche artificial o un sacaleches.
La Audiencia Nacional, en su sentencia, da la razón a un matrimonio de funcionarios que querían compartir el tiempo de lactancia. La madre, juez en ejercicio, solicitó a la Administración un permiso de 5 semanas y renunció a las tres semanas restantes a favor de su marido, funcionario de Policía. Sin embargo, la Administración denegó el permiso al padre.
Una resolución que desde un sindicato de la función pública se recurrió por sexista y discriminatoria. Tras las alegaciones, el Ministerio de Hacienda ha reconsiderado la decisión, y reconoce el derecho de estos padres a compartir el periodo de lactancia del menor.
En cualquier caso, se trata de un avance en el reparto de roles y de tareas; aunque la mujer no trabaje, no tiene por qué dedicarse de manera exclusiva al cuidado del recién nacido. También puede buscar un empleo, formarse y por supuesto disfrutar de su tiempo libre. El varón, de manera paralela, puede ejercer su condición de padre corresponsable.